Milei desembarcó en la CNEA: ajuste, entrega y paralización de proyectos

A través de un decreto del 9 de mayo, Milei designó un nuevo presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Guido Lavalle, y aceptó la renuncia de Adriana Serquis, presidenta saliente que había sido designada por el gobierno del Frente de Todxs a principios de 2021.

Serquis ya venía denunciando el ahogo presupuestario del actual Poder Ejecutivo en el área, lo que ya se tradujo en la paralización de algunos frentes en la obra civil del reactor Carem resultando en 77 despidos de trabajadores de la construcción, y en una serie de consecuencias operativas para la Comisión que presidía. El cambio de funcionarios es parte del ajuste, la privatización y la entrega del actual gobierno, que pone en duda la continuidad de todo su financiamiento como también de las condiciones para el desarrollo del RA-10.

La designación de Adriana Serquis en 2021 fue también producto del proceso de organización de los trabajadores de la CNEA, que habían contribuido al impulso del Frente de Todxs contra el macrismo. Desde Liberación Popular y el CR fuimos parte de ese armado del Frente junto a otras fuerzas y compañerxs. Por eso mismo, tras ser designada Serquis al frente la CNEA en 2021, designó a Sol Pedre en la Gerencia del Carem y a Javier Caccavelli en la Gerencia de Coordinación Operativa y Administrativa que con la salida de Serquis presentó también su renuncia al cargo.

Parte de las medidas políticas que tomó Serquis al asumir fue aumentar los sueldos de todo el personal de la CNEA y resolver una innumerable cantidad de reclamos y derechos laborales atrasados durante décadas, ya que producto de los bajos sueldos había renunciado un cuarto de los trabajadores, muchos de ellos científicos altamente calificados y con años de experiencia. También se propuso avanzar todo lo posible en los numerosos proyectos que desarrolla la CNEA y el sector nuclear argentino. El Carem, un reactor de potencia media, diseñado y desarrollado 100 por ciento en Argentina, podría ser terminado en 2028 si el gobierno no cortara el financiamiento. El RA-10 podría terminarse en 2025 y asegurar así el autoabastecimiento de radioisótopos de uso médico –insumo fundamental para el diagnóstico y el tratamiento de cáncer–, si el gobierno no trunca el proyecto. Por todo esto la gestión de Serquis ha sido de gran importancia.

El triunfo electoral de Milei en 2023 y su línea de destrucción, entrega y privatización ya adoptó también forma con la Ley Bases, donde figura la privatización de Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA): una importante empresa del área que opera las centrales nucleares Embalse, Atucha I y Atucha II. A partir del reemplazo de Serquis, nuestros esfuerzos pasarán a centrarse en la defensa de la soberanía nuclear y de la CNEA y sus trabajadores, que son el principal recurso que tiene la institución; y la denuncia de la destrucción, la privatización y la entrega que caracterizan la política de Milei.