Por decreto, el gobierno porteño fusiona cinco hospitales

A través del Decreto 297/18, que fue publicado el lunes 17 en el Boletín Oficial, el gobierno de Rodríguez Larreta avanza en un viejo anhelo de Mauricio Macri: fusionar cinco hospitales, reduciendo camas y prestaciones, y abrir un impresionante negocio inmobiliario. Así, eludiendo la Legislatura, desoyendo las voces de los trabajadores de salud y de los pacientes, el gobierno decretó la creación de la Unidad de Proyectos Especiales (UPE) Complejo Hospitalario Sur como “organismo fuera de nivel bajo la órbita de la Subsecretaría de Planificación Sanitaria del Ministerio de Salud, con rango, nivel y atribuciones de Dirección General”. Propicia así la integración de los hospitales de enfermedades infecciosas F. Muñiz, el de gastroenterología B. Udaondo, el de rehabilitación respiratoria M. Ferrer, el municipal de oncología Marie Curie y el Instituto de Rehabilitación Psicofísica, todo en mismo predio del Hospital Muñiz.

El supuesto objetivo es construir 500m2 nuevos y 10.000m2 de “remodelación y mejoras”. Sin embargo, el objetivo real de achique de la salud publica queda evidenciado en que en el nuevo complejo se plantean 500 camas: 165 menos de las que actualmente cuentan los 5 hospitales que serán fusionados. Se pone en peligro no solo puestos de trabajo, sino también la atención de pacientes. El gobierno estipula que el complejo costará unos 160 millones de dólares, que pagará en parte con las ventas de los edificios de los otros cuatro hospitales (valuados en total en 123 millones de dólares, según la cotización hecha en diciembre pasado por la inmobiliaria LJ Ramos Brokers).

Este proyecto viene siendo fuertemente rechazado por los trabajadores de la salud y por numerosas organizaciones sociales. Los trabajadores nucleados en la Asamblea Interhospitalaria denunciaron que la fusión “genera desigualdades en el acceso a la salud” de la población, que “no responde a una necesidad sanitaria de la población, sino que pareciera responder más a un negociado inmobiliario millonario”. Así se detrás de un discurso de modernización y eficiencia, se esconde un recorte y achicamiento de la política de salud pública.