La Asamblea General de la ONU aprobó un documento que reafirma la solución de dos Estados como vía de paz para Palestina e Israel, con 142 votos a favor, 10 en contra y 12 abstenciones. La resolución fue impulsada por Francia y Arabia Saudita, contó con el apoyo de la Liga Árabe y abrió la posibilidad de una misión internacional en Gaza para proteger a la población civil y fortalecer las instituciones palestinas. Sin embargo, entre los pocos países que votaron en contra se ubicó Argentina, junto a Estados Unidos e Israel.
La posición del gobierno argentino de Milei en definitiva banca el genocidio al pueblo palestino. Y es un retroceso respecto de la posición argentina lograda en 2010 de reconocimiento del Estado Palestino con el entonces gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El actual voto negativo no solo contradice la tradición diplomática argentina de defensa del derecho internacional y la autodeterminación de los pueblos, sino que ubica al país en un bloque más aislado y cuestionado.
Por su parte, Francia avanza en el reconocimiento formal del Estado palestino y la mayoría de la comunidad internacional insiste en detener la guerra. Actualmente, cerca de tres cuartas partes de los 193 Estados miembros de la ONU reconocen a Palestina.
