«Ellos ya eligieron. Entre los Pedraza, los Cirigliano, los Jaime y nosotros, los eligieron a ellos. Eligieron pintar los vagones. Pintar los vagones no salva vidas”, dijo María Luján Rey, mamá del joven hallado en el fuelle de un vagón dos días después de producido el choque del tren contra el paragolpe del andén 2, el 22 de febrero de 2012, en el que 52 personas perdieron la vida y más de 700 resultaron heridas. “Cinco ex funcionarios no escucharon las denuncias, solo escuchaban a los empresarios”, agregó Rey.
Refiriéndose al eslogan del oficialismo, Paolo Menghini sentenció: “En la vida hay que elegir, nosotros no pudimos elegir tener a nuestros familiares con vida, pero sí elegimos denunciar la corrupción, por eso pedimos a la Justicia que cite a (Julio) De Vido a declarar y que haga algo con las denuncias ya que no hizo nada ni con (Ricardo) Jaime, ni con los Cirigliano, ni con nadie.”
Las lágrimas acompañaron las denuncias, los silbidos y los insultos a todos los funcionarios y empresarios vinculados a la masacre. El documento elaborado por los familiares, leído en el acto central que se realizó a las 19:00 en el hall central de la estación Once, fue un duro mensaje hacia el gobierno nacional. Menghini sintetizó: “Jaime es este Gobierno y este Gobierno es Jaime. Se defienden mutuamente. Queremos verlos presos”, dijo, haciendo alusión a los ex secretarios de transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, los ex titulares de la CNRT Antonio Sícaro y Pedro Ochoa Romero, y al ex subsecretario de Transporte Ferroviario y sindicalista Antonio Guillermo Luna, procesados actualmente.
Asimismo, a través del comunicado aseguraron: “Son mayoría los ferroviarios que hacen responsablemente su trabajo, muchos de ellos nos acompañan, y son los que nunca fueron escuchados, e incluso, fueron perseguidos. Rechazamos la forma en que varios maquinistas expusieron a los usuarios pero repudiamos la demonización impulsada hacia los motorman que, además, debieron permanecer ocultos”. Y se recordó: “El responsable del mantenimiento de vías, señales, y toda la infraestructura, se llama Florencio Randazzo”.
“Los 52 muertos de Once fueron causados por la corrupción de este Gobierno, no fueron producto de la fatalidad, ni solo del error humano”, remató el discurso.
Las palabras del cinesta Juan José Campanella, que habló antes de la lectura del documento, también habían apuntado a que la masacre fue producto de la negligencia y la corrupción. “Nos dicen que no nos metamos. Pero soy argentino de 0 a 24 horas. Y me importa lo que pasa, por eso me meto”, dijo productor de cine y tv.
La jornada “Doce horas por justicia” había comenzado a las 8:32 con un minuto de silencio junto al ruido de la sirena; se pudo ver la muestra fotográfica “No somos animales” de la agrupación “Fotógrafos con causa”; se estamparon más de 500 remeras, y se repartieron más de 1.500 parches por Justicia. Por la tarde, se exhibió “Oda”, el corto recientemente premiado en Oberá, realizado por Charo Venegas, que retrata la masacre a través de la danza.
Además, los familiares proyectaron un video sobre aquellas “frases hirientes” que recibieron de parte de los funcionarios. Entre chiflidos y gritos pidiendo Justicia, aparecía el discurso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el que decía: “Es importante saber que la vida es así, con momentos duros, difíciles, pero también con momentos de alegría”. Luego, una voz en off finalizaba: “No fue un hecho inevitable. Fue producto de la acción de funcionarios, empresarios y sindicalistas corruptos”.
“Hoy, lamentablemente, viajamos igual o peor que aquel 22”, comentó Valeria Rey, la tía de Lucas Menghini. Por su parte, Juan Carlos Alonso, el padre de “Coqui”, que llevaba el mismo nombre y estaba ese fatídico día en el primer vagón, contó: “Yo reparé tantas veces las vías en las que mi hijo murió. Soy ex ferroviario de la línea Sarmiento. Por eso puedo asegurar que hoy no cambió nada. Y agregó: “El ferrocarril es un servicio que no da ganancias pero que tiene que ser sí o sí, como la salud y la educación, administrado por el Estado, y sin corrupción”.
“El Sarmiento está peor que nunca”
A 18 meses, en medio del hall de la estación, escucha, casi escondido entre la gente, con una mirada perdida -como cansada-, el acto realizado por los familiares de las víctimas. José Luciano Blanco estaba ese fatídico 22 de febrero de 2012 en el tren que se estrelló. Viajaba para su trabajo, como todas las mañanas, desde Morón. Hoy siente, a los 50 años, que tiene una nueva vida: “Me sacaron entre los muertos”, afirma.
-¿Cómo fue tu rescate?
– A mí me rescataron recién a las 12:30. Estaba en el primer vagón, en la última puerta, atrapado, no me podían sacar. Mi pie estaba abajo del piso del tren. El segundo vagón me cortó la oreja, recuerdo que me quedó estampado en la cara. Sobreviví. Hoy tengo una nueva vida.
-¿Qué sentiste al tener que volver a subir al Sarmiento?
-Desde ese día sentí, y siento miedo, pánico. Como estuve mucho tiempo atrapado, hoy no puedo viajar cuando viene lleno porque me da fobia. Tampoco puedo estar mucho tiempo parado porque tengo un problema en la pierna. Lo tomo porque no me queda otra.
-¿Qué te produjo la noticia del choque en Castelar?
-Ese día no pude salir de mi casa. Me dolía todo el cuerpo: las piernas, los brazos. Somaticé.
-¿Te sentiste apoyado o contenido por el Estado?
-No, para nada. Yo vi muertos. Vi cosas horribles. Yo no paraba de llorar y nunca me mandaron al psicólogo. No tengo atención. La ART me deriva a la Obra Social y no me dan bola. Me siento, todavía, totalmente desprotegido. No puedo hablar mucho del tema. De hecho tampoco participo demasiado de las marchas, aunque las apoyo, necesito tomar distancia porque me remueve mucho todo lo que pasó.
-A un año y medio, ¿notás algún cambio en el servicio del tren?
-Está peor que nunca. El funcionamiento es malísimo. Arreglaron un poco los coches, pero nada más. Es pésimo.
Ferroviarios y familiares marcharon unidos
El viernes 23 de agosto trabajadores, usuarios y familiares de la tragedia de Once marcharon unidos a la Plaza de Mayo para reclamar justicia y una verdadera reestatización de los ferrocarriles. Participaron de la masiva convocatoria diversos dirigentes políticos, sindicales y sociales, entre ellos: Rubén Pollo Sobrero, delegado del Sarmiento; Pablo Micheli, secretario general de la CTA; Claudio Lozano, candidato de UP en Camino Popular; el metrodelegado Claudio Dellecarbonara. También se destacó la presencia de Paolo Menghini y María Luján Rey, padres de Lucas Menghini Rey.
Rubén Pollo Sobrero denunció que el gobierno busca ensuciar a la clase obrera para lavar sus culpas, utilizando cuatro videos sobre un total de 39 mil grabaciones.
Paolo Menghini, padre de Lucas Menghini Rey, afirmó que “el gobierno, en lugar de perseguir con cámaras a los trabajadores, debe resolver el problema del transporte ferroviario de una vez por todas, con inversiones, y no como lo trata de imponer”.