El gobierno de Milei sigue llevando adelante su plan de desfinanciamiento de las universidades nacionales sistemático. La asfixia presupuestaria la ejecutan en todos los planos: en el presupuesto de funcionamiento, de salarios y de becas. La situación no da para más: todos los números son elocuentes y alarmantes.
Nuestros salarios, desde que asumió Milei, ya perdieron el 50% de poder adquisitivo (la diferencia entre la inflación y la actualización salarial ya alcanzó una diferencia de 100%).
Desde septiembre de 2024 el gobierno no convoca a paritarias. Tenemos el salario congelado desde hace dos meses y la respuesta -unilateral- del gobierno son 6 minicuotas mensuales de entre 1,1% y 1,3% desde junio a diciembre, una nueva provocación que hundirá a más colegas en la pobreza y seguirá expulsando a otros tantos si no logramos ganarle la pulseada al ajuste de Milei y compañía.
Con el presupuesto nacional del 2023 prorrogado en el 2024 y el 2025, hoy el presupuesto destinado a Educación Superior es 0,45% del PBI mientras que históricamente promedió el 0,8%. El presupuesto asignado por el gobierno para gastos de funcionamiento de las universidades para este 2025 es la mitad de lo necesario.
El presupuesto de infraestructura de todo el sistema universitario nacional es la mitad del presupuesto que maneja Adorni en la Vocería presidencial. Es obsceno: el gobierno gasta en comunicar el doble de todo lo que destina a la infraestructura universitaria de las 70 universidades públicas que tenemos en todo el país con infinidad de laboratorios, hospitales y centros de investigación, con 200.000 docentes, 50.000 no docentes y 2 millones de estudiantes. En este contexto, 10.000 colegas docentes renunciaron a sus cargos porque son expulsados del sistema universitario como resultado de esta política de asfixia presupuestaria del gobierno nacional.
Ley de Financiamiento Universitario
El 8 de julio las federaciones docentes y no docente, la FUA y el CIN presentaron en la Cámara de Diputados las firmas recolectadas en todo el país en apoyo a la Ley, que así obtuvo dictamen de mayoría y recientemente la media sanción en Diputados con 158 votos. Entre los principales puntos del proyecto están la recomposición salarial en función de la inflación y la reapertura de paritarias (que no se convocan desde octubre), fondos para gastos de funcionamiento, becas, desarrollo científico, la conformación de un presupuesto para impulsar carreras estratégicas y el incremento progresivo de la inversión en educación superior hasta alcanzar el 1.5% del PBI en el 2031.
La media sanción es un avance, producto de la lucha que sostuvimos a lo largo del primer cuatrimestre. Cuando se trate en el senado tendremos que movilizarnos para reafirmar la necesidad de este proyecto y demostrar en las calles que la universidad pública la seguimos defendiendo ante el ya anunciado nuevo veto presidencial.
No inicio del segundo cuatrimestre
Las federaciones docentes y la no docente resolvieron medidas de protesta para este segundo cuatrimestre que, aun siendo dispares y sin coordinación, anticipan otro clima de lucha con el planteo del no inicio del segundo cuatrimestre. El acuerdo es que el cuatrimestre no puede comenzar con normalidad mientras no haya respuestas ante una situación salarial sin precedentes, producto de la decisión del gobierno de no actualizar nuestros ingresos ni garantizar un presupuesto acorde para sostener el sistema público universitario.
En este contexto, la UBA –que ya había declarado la emergencia salarial– declaró recientemente la emergencia presupuestaria. Por su parte, el CIN también expresó que “el segundo cuatrimestre en las universidades nacionales corre peligro: lo vamos a reiterar porque lo que está en juego es el funcionamiento de un sistema al que asisten más de 2,5 millones de estudiantes.”
Las próximas medidas de lucha resuelta son: paro de una semana del 11 al 16 de agosto, y del 18 de agosto hasta el 7 de septiembre: paros de 48 horas cada semana en días rotativos, resuelto por la Conadu Histórica y la Conadu. La Fedun y la Fatun resolvieron paro de 24hs el 11 de agosto, que la Fedun enmarca en dos semanas de visibilización del conflicto (del 11 al 24/8). Con estas medidas se profundiza la distancia entre las Conadus que, aún con dificultad, plantean medidas acordes a la embestida del gobierno nacional y la Fedun/Fatun que resuelven medidas que no están a la altura de las circunstancias y atentan contra la necesidad de unidad y contundencia para torcerle el brazo a Milei.
En este contexto de profunda crisis socioeconómica vamos a seguir organizándonos para fortalecer las luchas en defensa de nuestros salarios, los derechos y la universidad pública.
Porque la educación, la salud, la extensión y la investigación están en riesgo, tenemos que seguir trabajando por la unidad de todas las luchas y los sectores afectados por la política cruel de este gobierno.
Corresponsal