El gobierno de Milei desmanteló el Programa Nacional de Cuidados Paliativos del Instituto Nacional del Cáncer, formador de recurso humano interdisciplinario, provisión de morfina y metadona a las 24 jurisdicciones del país para apoyar principalmente el tratamiento del dolor severo por cáncer en las provincias más pobres del país, y asesoría permanente a los equipos de cuidados paliativos de todo el país. Echaron a 6 de los 8 integrantes del equipo y suspendieron las compras de opioides. Las consecuencias: aumento de los padecimientos asociado a la enfermedad, más pacientes sin recibir atención de personal calificado ni alivio del dolor. ¡Son sádicos sociales!






