Las tomas de los estudiantes secundarios comenzaron el 29 de agosto. Protestan contra la reforma que se lanzó a aplicar el gobierno de Larreta sobre la educación media, y que en 2018 ya se implementaría en 16 escuelas.
Los colegios tomados ya son más de 19: el Bellas Artes Manuel Belgrano, el Normal 1 Roque Sáenz Peña, el Liceo 9 Santiago Derqui, la Media 3 Antonio Devoto, el Colegio 8 Julio Argentino Roca, la escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia, la Técnica 33 Plumerillo, el Comercial 7 Manuel Belgrano, la Media 1 Julio Cortázar, el Carlos Pellegrini, el Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández, la Escuela de Música Juan Pedro Esnaola, el Normal 2 Mariano Acosta, la Media 1 Rodolfo Walsh, el Nacional Buenos Aires, la Media 3 Osvaldo Pugliese y la Técnica Fernando Fader. El miércoles 6 miles de estudiante marcharon desde el Ministerio de Educación de la Nación hacia el Ministerio de Educación de la Ciudad en rechazo a la reforma oficial.
La “Escuela del Futuro” que implementaría el gobierno en realidad implica un recorte del presupuesto de la escuela pública a través de una reducción de materias. Los colegios con especialidades desaparecerían con la reforma. Las pasantías de los alumnos que ocuparían el 50% del quinto año no son remuneradas. En algunos colegios el reclamo también incluye exigencia de la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral y un protocolo para casos de violencia de género y discriminación.
Los estudiantes y los docentes (tanto de UTE-CTERA como de Ademys) han catalogado a la “Secundaria del Futuro” como un retroceso, denunciando además que la reforma incluye la sustitución de buena parte de los docentes por “facilitadores” (que no son docentes) precarizados y por fuera del estatuto.
Los estudiantes y padres también rechazan el protocolo que intentó aplicar el gobierno ante las tomas y que luego desmintió. Amnistía Internacional presentó un pedido de información al gobierno porteño sobre el “Instructivo sobre forma de proceder en caso de tomas de instituciones educativas” difundido por el Ministerio de Educación de la Ciudad, que ordena denunciar penalmente la “situación de toma” en los colegios. También expresó su preocupación por la calificación como “delitos o contravenciones” a las tomas estudiantiles de colegios, hecho que representa una “criminalización del derecho de participación de los estudiantes”.
Corresponsal
