Como cada 24 de Marzo, el pueblo se movilizó masivamente en repudio del golpe de estado de 1976. La importante participación de familias y jóvenes de todas las edades que volvió a haber en la jornada, evidencia que el balance sobre el genocidio dictatorial trasciende las generaciones. Más allá de las diversas convocatorias, la movilización es una advertencia para aquellos que insisten con el ajuste y la represión como medio de disciplinamiento. Y contra la Corte Suprema que, durante el gobierno macrista, amagó con reducir la condena a genocidas con el 2×1. La enorme movilización se da en el contexto electoral que puede derivar en la vuelta de los negacionistas de Juntos x el Cambio al gobierno, y de la persecución judicial contra dirigentxs y luchadorxs populares avalada por esta Corte Suprema.
En la Plaza de Mayo, primero se realizó al mediodía el acto del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, agrupamiento hoy apuntalado por la izquierda trosquista. En su documento pone básicamente en el mismo plano al peronismo y a Juntos por el Cambio, buscando así justificar el posicionamiento alternativista electoral en el contexto actual (ver “Simplificación histórica como justificativo electoral”).
Desde el mediodía hasta el atardecer, siguió la enorme movilización de Abuelas, Madres Línea Fundadora y demás organismos históricos de Derechos Humanos. Allí estuvimos desde Liberación Popular y el CR, con nuestras banderas, reivindicando a los 30.000 detenidos-desaparecidos y a lxs 33 comunistas revolucionarixs detenidxs-desaparecidxs y asesinadxs en la lucha contra el golpe de estado y la dictadura. Por otra parte, a las 15hs realizó su acto la Asociación de Madres de Plaza de Mayo –conducida por Hebe Bonafini hasta su reciente fallecimiento– frente a su sede en Avenida Hipólito Yrigoyen 1584, con el eje “No a la proscripción Cristina conducción”.
El documento de los organismos
“Se utilizó el terror para disciplinar al pueblo: 30.000 personas detenidas-desaparecidas, 10.000 presas políticas y presos políticos y miles de personas empujadas al exilio”, balanceó el documento de Madres Línea Fundadora, Abuelas y demás organismos de derechos humanos leído en la Plaza de Mayo. Los 47 años de lucha contra la dictadura y por justicia han logrado 296 sentencias, 1115 genocidas condenados en primera instancia y la recuperación de identidad de muchxs nietxs secuestradxs. Aunque esto no tapa el hecho de los miles de genocidas que evitaron ser juzgados y que menos del 40% de las sentencias están firmes, debido a la “complicidad judicial de la Cámara de Casación y de la Corte del 2×1 para sostener impunidades”.
La impunidad se expresa también en los grupos económicos que se beneficiaron con la dictadura y que hoy “siguen causando el mismo hambre”. Uno de los casos denunciados fue el de Carlos Blaquier: “ícono de la responsabilidad empresarial en el genocidio”, procesado por la Noche del Apagón en Ledesma pero que murió impune gracias a las decisiones dilatorias del Poder Judicial.
Los cuestionamientos al Poder Judicial también fueron en el sentido de que es la “la misma corporación judicial que persigue y encarcela a referentes populares”; y que no investiga las “todas las terminales políticas y económicas [del] intento de magnicidio de la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner”. En el mismo sentido, el documento reclamó por que “se termine el proceso de proscripción en su contra” y apoyó el “juicio político impulsado por el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández a la Corte Suprema de Justicia de la Nación”. Insistió también con la libertad de Milagro Sala, que ya lleva siete años detenida injustamente.
Pasaron 47 años del golpe de estado. La inmersa movilización que se repite cada 24 de Marzo es expresión de un pueblo que no olvida a sus desaparecidos y no perdona a los genocidas; y que sigue luchando por una salida liberadora.
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