El marco general en el que la Asociación Bancaria decreta el paro activo con presencia en los lugares de trabajo el pasado viernes 28, es ya bien conocido por todos los trabajadores bancarios y se podría sintetizar en 3 elementos centrales: pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios por inflación, un constante y perdurable flagelo a nuestros salarios vía impuesto a las ganancias y más flexibilización normativa del sector que indudablemente traerá aparejado achique y pauperización del trabajo con más tercerización.
El 42% de inflación proyectada según el Relevamiento Expectativas de Mercado (REM) que publica el propio BCRA golpeó fuertemente nuestros salarios, a esto se le suma que, más allá de los cambios de principio de año que lejos quedaron de las promesas electorales de quitarlo, el golpe de entre un 27% y un 35% por ganancias sigue siendo un gran actor en el deterioro de nuestro poder adquisitivo.
No es nuevo, para los trabajadores, la política de ajuste por inflación. No es nuevo tampoco que la inflación acumulada en un año supere los niveles de las paritarias alcanzadas. Este reclamo vino siendo sostenido en los últimos años por las comisiones internas independientes que a esta altura ponían sobre la mesa la necesidad de la recomposición salarial por los acuerdos que quedaban cortos. Esto fue tan justo antes, cuando no tenía eco desde el sindicato, como lo es ahora que sí se hace propio el reclamo desde esas esferas.
Hasta ahora, la Asociación Bancaria es uno de los pocos sindicatos que sigue planteando la necesidad de la recomposición salarial mientras las patronales hacen oídos sordos al llamado de una mesa de discusión paritaria. Oídos sordos a esto, pero sí asistieron a una reunión convocada en Casa Rosada con el flamante Triunvirato de la CGT, que bajó de un hondazo las expectativas de los trabajadores a la re apertura de las paritarias, transformándolas en un “bonito” de fin de año.
¡Esta propuesta debe ser rechazada!
Si hace 2 meses el Sindicato viene sosteniendo la necesidad de la discusión paritaria para recomponer lo que la inflación le comió al salario bancario en el 2016, no podemos terminar el año como todos los anteriores. No podemos terminar discutiendo un bono a 2 meses de que termine el período paritario y comience el nuevo (31 de diciembre /1 de enero) y acordar, como todos los años, una suma puente estirando la discusión salarial para marzo o junio 2017.
Es bien sabido que los bancos siguen con su fiesta. Según el Informe de Bancos que publica el BCRA, el sector, en el primer semestre del año obtuvo un aumento en sus ganancias de un 52% con respecto al mismo periodo del año anterior. La discusión salarial es hoy, no será fácil, pero la plata está y fue gracias al esfuerzo de los trabajadores bancarios.
No será fácil porque desde el sector empresarial y el propio gobierno, vienen trabajando para instalar la idea de que las paritarias se arreglan en función de la inflación proyectada y no, como en realidad es, sobre la recuperación del poder adquisitivo perdido por la inflación pasada. Idea que lamentablemente vienen bordeando algunos “representantes sindicales”.
En este sentido, no es inocente lo de Prat Gay incluyendo en el presupuesto nacional una pauta paritaria del 17% con la excusa de que “controlaron la inflación” y la proyectan en esos niveles en el 2017. Si logran pasar esto, tendrán en su haber un ajuste brutal sobre nuestros salarios.
De ser consecuentes, la Asociación Bancaria deberá rechazar la propuesta de cambiar recomposición por Bono! Sabe bien que las gratificaciones de fin de año ya existen, y son derechos adquiridos!