CABA: Semipresencialidad no es “normalidad”

En medio del “Marketing de la normalidad” de Horacio Rodríguez Larreta y su ministra Soledad Acuña, las clases presenciales en CABA empezaron de forma escalonada y limitada. No buscaron una presencialidad cuidada en pandemia sino una “ficción de normalidad”. Se demostró, por más que intentaron negarlo una y mil veces que lxs chixs sí se contagian y transmiten la enfermedad. Aun así, lxs docentes buscamos aprovechar este tiempo para vincularnos con estudiantes y familias y prepararnos mejor que en 2020 para la virtualidad total cuando la situación lo requiera. Reclamamos adecuación del protocolo ante la suba de los contagios –no su flexibilización– y que las vacunas destinadas a docentes lleguen a lxs docentes y no a las prepagas VIP.

A más de un mes de vuelta a la presencialidad, lo único que es “normal” es tener uno o dos grados de primaria sin maestrx debido a los contagios. En escuelas donde no alcanza el espacio o la cantidad de auxiliares se suspenden las clases de algunos cursos o de algunas materias. Si los horarios de semi-presencialidad parecían caóticos para la organización familiar, con el nivel de contagios actual todas las semanas hay docentes aislados por ser covid positivos o contacto estrecho de un estudiante positivo. Incluso cuando el protocolo no aísla a otrx docente que trabajó junto con el aisladx a menos que declaren que no usaron barbijo por más de 15 minutos.

La ministra Acuña venía hablando de flexibilizar el protocolo cuando se conoció la noticia de que Jorge Langone, docente de la ET13, falleció de covid. Si bien, según el acta difundida por la rectora de esa escuela el profesor ya se había enfermado cuando concurrió a la escuela, la medición de su temperatura (35 grados) demuestra que el protocolo falla en detectar con termómetro a quienes tienen síntomas y que el protocolo vigente y las condiciones edilicias de las escuelas nos siguen poniendo en riesgo a todxs. Además, sus allegadxs cuentan que había pedido la dispensa para no asistir por ser persona de riesgo y no se la habían otorgado.

Ante esta noticia el domingo 28/3, la primera reacción de muchxs fue de indignación y la idea de hacer paro. Con el correr de las horas se fueron evaluando otras formas de reclamo que priorizaran la información y el debate con las familias y estudiantes y las acciones conjuntas por barrio o distrito escolar. Ademys llamó a paro el lunes 29/3. UTE planteó una variedad de medidas posibles pero faltó una medida unificada para visibilizar con fuerza. En las escuelas se hicieron carteles y se informó a las familias de la situación. Al mediodía y a la tarde hubo semaforazos contra la flexibilización del protocolo y reclamando las vacunas para docentes.

Ahora Rodríguez Larreta y el ministro de Salud porteño Fernán Quirós admiten que estamos en la segunda ola. Pero siguen sin controlar las condiciones sanitarias desde el Ministerio.

Corresponsal

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¿Dónde están las vacunas?

Llegaron 33 mil y sólo dieron turno a 16 mil docentes. El resto fueron usadas por el GCABA para sectores del sistema de salud porque las que debió haberles dado antes las había desviado a prepagas “VIP” y a sectores no esenciales (vacunaron a personas que no trabajan actualmente en el sistema de salud ni atienden de forma particular, con sólo mostrar un título).