Daniel y Miguel, presentes!

El 14 y 16 de septiembre de 1978 eran secuestrados Miguel Ángel Spinella y Daniel Bendersky. Miguel y Daniel estudiaban en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (FCEN). Eran comunistas revolucionarios y militaban en el FAUDI (Frente de Agrupaciones Universitarias de Izquierda), antecesor de la Lista Unidad en la FCEN. Fueron secuestrados mientras organizaban la solidaridad con las madres y familiares de desaparecidos frente a las brutales violaciones a los derechos humanos durante la dictadura. Llevaban adelante la campaña para frenar los intentos de llevar a nuestro país a una guerra con Chile durante el conflicto del Beagle y denunciaban la penetración imperialista rusa y yanqui en la FCEN.

Daniel tenía 27 años y se estaba recibiendo de físico realizando una investigación sobre la vida útil de la central nuclear Atucha. Su tesis de licenciatura quedó escrita, pero nunca pudo defenderla: el secuestro se lo impidió. Su secuestro ocurrió el sábado 16 de septiembre. Cuatro personas vestidas de civil fueron a buscarlo a su casa, le dijeron que eran de la Policía Federal y lo llevaban a un interrogatorio. Nunca más volvió.

Por iniciativa del Centro de Estudiantes de la FCEN, a 20 años de su secuestro, su tesis fue evaluada con el máximo puntaje y sus padres recibieron en su nombre el título de Licenciado en Ciencias Físicas. Por primera vez la UBA entregó el título a los padres de un desaparecido.

Miguel tenía 25 años, estudiaba biología. Trabajaba en la empresa del padre de su amigo Daniel Bendersky. Estaba casado y tenía un hijo. “Micky” -como lo recuerdan sus compañeros- fue secuestrado el 14 de septiembre. “Lo agarraron en Constitución; iba rumbo a Quilmes, a la casa de mis abuelos, donde vivía yo. Cumplo años el 16 de septiembre y a él lo secuestraron el 14. Le pusieron una capucha y lo llevaron en un Dodge 1500 a la ESMA. Tenían una foto de él con un chico con guardapolvo azul y un maletín -que era yo- y unos panfletos contra la guerra con Chile”, recordó su hijo Pablo.

Daniel y Miguel fueron parte de una generación marcada a fuego por el Cordobazo, el ejemplo de René Salamanca y Gody Alvarez en el SMATA Córdoba, la revolución cubana y el Che Guevara. Protagonizaron la lucha contra el golpe y luego la lucha con la dictadura. Hoy, a 35 años de su secuestro y desaparición los recordamos desde su ejemplo de vida al servicio de la lucha revolucionaria. Seguimos luchando por el mundo que ellos soñaron y que hoy soñamos. Un mundo sin explotación del hombre por el hombre. Seguimos levantando las banderas por las que lucharon. Seguimos luchando por la revolución de liberación nacional y social en marcha al socialismo.

Daniel y Miguel ¡hasta la victoria, siempre!