Editorial | Crece la lucha contra el hambre y la entrega de Milei

Contundente paro general y marcha federal universitaria. Misiones encendió la bronca. Recesión brutal con inflación y despidos. Faltan cuatro senadores para voltear la Ley Bases. Movilizar con todo cuando se trate. Las universidades le torcieron el brazo. Sin pacto, acto sin gobernadores el 25 y allanamientos a los comedores. Plenario multisectorial con Kicillof. Impulsar el plan de lucha de la CGT, las CTA’s y el reagrupamiento social y político opositor.

1º de Mayo. Presentes en la movilización.

La contundencia del paro del 9 de mayo fue una muestra del descontento que crece junto con los precios, los despidos y la pobreza que genera la recesión brutal desatada por el gobierno de Milei a partir de su devaluación del de 118% como primer medida de gobierno.

En Misiones, el conflicto salarial con cortes de ruta de los docentes se extendió a los enfermeros y luego a la policía provincial, que ocupó el Comando Radioeléctrico. El gobierno nacional mandó a Gendarmería para socorrer al gobierno provincial de Pasalacua, pero tuvo que retirarla. Al cierre de esta edición, crece el acampe de policías, docentes y enfermeros que exigen salarios y que no haya sanciones.

La caída de la actividad industrial interanual de marzo fue del 21,2% y las ventas en el primer trimestre cayeron un 24,5% con respecto al mismo período en 2023. La ola de despidos en la industria y el atraso salarial ha desatado múltiples conflictos en empresas. Conflictos muy duros como el de la Siderúrgica, el Neumático, ChangoMas y muchos más.

La reacción y las patronales de los monopolios están envalentonadas con Milei, y apuestan al desgaste en los conflictos como en el caso siderúrgico. Pero tras cinco meses de lucha en esa rama de la UOM, el 60% de los obreros rechazó en el plebiscito la oferta patronal que los dejaba 14,5% debajo de la inflación y siguen la pelea.

El gobierno logró aprobar la Ley Bases en Diputados con los votos de LLA, PRO, UCR, el bloque de Pichetto, de la Coalición Cívica y del peronismo de Tucumán y Catamarca, además de los renovadores de Salta, Misiones y el MPN de Neuquén. A UxP le faltarían cuatro votos más para poder voltearla en el Senado. Ahora está estacionada en Comisiones, donde Lousteau de la UCR y el grupo de los 8 acuerdistas anunciaron que la van a aprobar, aunque con modificaciones que, de todas maneras, pueden ser revertidas en Diputados –a menos que sean impuestas por dos tercios en la Cámara Alta–. El gobierno hará un acto el 25 de Mayo sin gobernadores a la espera del resultado legislativo. Sin pacto para el 25, el oficialismo llena las pantallas con allanamientos a los comedores de las organizaciones sociales.

Recesión más inflación: Misiones ya muestra un límite

El gobierno balancea que la inflación de abril bajó al 8,8%, pero es la misma que en octubre del año pasado. Y aún si se mantuviese así doce meses, daría una inflación interanual del 175%, superior al 161% de cuando asumió Milei. El dólar blue subió 16% la última semana y ya casi alcanza los $1.200. Los precios siguen subiendo.

A cinco meses de haber asumido, el argumento de que todo lo malo es consecuencia del gobierno anterior, y que hay que sufrir con esperanza, se les empieza a terminar. Lo que está pasando en Misiones puede replicarse en otras provincias. Sin reconocerlo, el gobierno ya venía midiendo la situación y por eso pospusieron el segundo tramo del tarifazo en los servicios públicos, y resolvieron no aumentar del gas durante el invierno. También aumentó un 45% el subsidio a los colectivos, para destrabar el conflicto de la UTA con la Cámara de Transporte por salarios y congelar el precio del boleto hasta junio. Además, salieron a “regular” a las prepagas, que masacraron a sus afiliados cautivos con la “libertad” que les otorgó el DNU 70/23 de Milei. De lo que todos somos cautivos es de las alimenticias y los supermercados, donde termina el grueso de los salarios de la mayoría de las familias. Y que son “regulados”, ahora únicamente por la recesión brutal y los recortes en el consumo de alimentos que imponen los precios. Peor es con los medicamentos.


Una gran parte de los que votaron a Milei no están tardando mucho en darse cuenta que de nuevo no tiene nada, y que son las víctimas de su política. Pero eso solo no alcanza. Junto con enfrentar su política, es necesario avanzar en la lucha por el programa imprescindible para la resolución de las necesidades populares.


Los jubilados son la clara víctima de la licuadora de Milei y Caputo. La semana pasada, los bloques de UxP, la UCR y Pichetto en Diputados no llegaron a ponerse de acuerdo en un proyecto para fijar por ley las jubilaciones. Tetaz de la UCR salió por Twitter a rechazar la propuesta de UxP, que totalizaba 30% de aumento, lo perdido desde diciembre. Así, el gobierno aprovecha para aumentar solo un 8,8% por inflación, y elevar con un bono proporcional de hasta $70.000, las jubilaciones mínimas, con tope en $277.000.

Hay una puja entre sectores de las clases dominantes. Por un lado, los fondos de inversión y la timba que armaron con Caputo –igual que la que hicieron con Macri– a quienes les conviene mantener el dólar oficial bajo, mientras multiplican con bonos en pesos. Y por otro, los monopolios y el sector exportador del agro-negocio, que presionan para que suba el dólar oficial, y así, recibir más pesos al liquidar la cosecha gruesa. También los monopolios industriales quieren que suba el dólar, para pagar sueldos más bajos medidos en dólares. Ya que, por ejemplo, en Brasil pagan la tercera parte. El gobierno se apoya en el sector de los fondos de inversión, y por eso eligió a Caputo para el Ministerio de Economía. Su apuesta, de la mano con estos sectores, es privatizar y rematar las empresas públicas que le permita la Ley Bases y, además, sumar rápido los dólares que le entren inicialmente con las inversiones extranjeras para el saqueo minero, gasífero y petrolero protegido por el RIGI, que también forma parte de la Ley Bases. A la vez, todos estos sectores empujan la reforma laboral contra los trabajadores.

Lo que sostiene a Milei

Últimamente, ya no se habla de “amplias mayorías” en encuestas que avalen las medidas destructivas de Milei. Pero este gobierno no se sostendrá, en última instancia, por popularidad. Sino por los poderosos grupos monopolistas y un obsceno alineamiento con EEUU, Inglaterra e Israel. Cuyos intereses también operan desde el PRO y la “oposición” colaboracionista. Por eso, no se debe subestimar la capacidad de daño antipopular y antinacional de la reacción. Milei apuesta a que, en noviembre, Trump gane en EEUU. Y su viaje a España, para reunirse con los fascistas de diversas latitudes, se enmarca en eso.

Ahora, la verba provocativa calificando de “corrupta” a la esposa del presidente Sánchez, ha derivado en que España retire a su embajador de Argentina. Pero si se mide por sus potenciales consecuencias, la canciller argentina Mondino con su “todos los chinos son iguales” fue aún más lejos. Alineado con Trump, por ahora no obtendrá un nuevo crédito del FMI y China le reclamará la conclusión del swap.

La línea de Milei ha sido, y es, asumir desde la reacción y contra el pueblo el antagonismo latente en la sociedad –agudizado por la creciente disputa interimperialista por la hegemonía mundial y la guerra a partir de 2020–. Así, en el agotamiento del programa neo-desarrollista local, que además venía sustentado ideológica y culturalmente en un posmodernismo que encontraba su lugar con en el escenario mundial previo, Milei pudo irrumpir y presentarse como “el cambio hacia lo nuevo”. Una gran parte de los que lo votaron no están tardando mucho en darse cuenta que de nuevo no tiene nada, y que son las víctimas de su política. Pero eso solo no alcanza. Junto con enfrentar su política, es necesario avanzar en la lucha por el programa imprescindible para la resolución de las necesidades populares.

¿Para qué y cómo volver?

No hay manera de garantizar alimentos, con precios correspondientes a su costo, sin una Empresa Estatal de Alimentos que haga valer su peso monopólico estatal frente al de los veinte monopolios, mayoritariamente extranjeros, que controlan cada uno de los rubros alimenticios y que, así, ya han impuesto su margen de ganancia brutal. Lo mismo con los medicamentos.

Ya lo estamos comprobando: sin un monopolio estatal por rama que ordene a las pymes dentro de un plan productivo nacional, esos pequeños y medianos empresarios, sometidos al aplastamiento monopolista del mercado, a lo que terminan aspirando en general es a una reforma laboral contra sus trabajadores.

La línea de Milei no deja lugar para la moderación, ni para la espera pasiva de su desgaste.

Así es que en cinco meses van dos paros generales y una de las marchas universitarias más grandes que se recuerden, además de los cientos de conflictos que se despliegan.

Derrotar el plan de Milei y de los que lo sostienen exigirá más que un acto electoral. Como señaló Walter Correa en las comisiones del Plenario Multisectorial y de la Militancia que cerró Kicillof: “el 17 de Octubre no fue un hecho electoral. Y vamos a empujar un 17 de octubre desde la Provincia”. Porque en definitiva los gobiernos populares llegan tan lejos como el pechazo de masas que los precede. Y es ese pechazo, el que hace posible el programa necesario.

Hay que impulsar la continuidad del plan de lucha de la CGT, las CTA’s y el reagrupamiento social y político opositor y popular. El día que se trate en Senadores la Ley Bases, vamos a movilizar con todo. Es a brazo partido.