El cura pedófilo Grassi podrá salir antes libre

La Cámara de Apelaciones de Morón redujo la condena de Grassi, sentenciado por pedofilia cuando era el titular de la fundación Felices los Niños. Allí dirigía una red de pedofilia abusando de los niños en situación social vulnerable que eran alojados en la fundación.

Además de los abusos sexuales contra menores, hubo malversación de fondos y un Grassi que desde la cárcel seguía manejando las finanzas de la fundación haciéndose traer mercadería para darse una gran vida desde allí.

El abogado de las víctimas de Grassi, el doctor Gallego, denuncia además que Grassi podría recibir otra reducción de sentencia por “buen comportamiento” en la cárcel. Todo esto en el marco del asesinato y violación de Micaela cometido por un violador que la Justicia había dejado en libertad antes de cumplir su sentencia.

La protección del Papa y de la Iglesia Católica

Jorge Bergoglio, hoy Papa Francisco, era la cabeza de la Iglesia en Argentina y jefe de la Conferencia Episcopal del país mientras Grassi era denunciado y condenado en primera instancia por la Justicia. Pero Bergoglio nunca se expidió sobre Grassi. Por el contrario, la Conferencia Episcopal Argentina, que Bergoglio encabezaba, comisionó al abogado Marcelo Sancinetti, un jurista estrechamente ligado a la Iglesia, para hacer cuatro libros dedicados a defender a Grassi y atacar a sus víctimas. Esos libros se utilizaron para hacer lobby a favor del cura, particularmente en la Justicia. Además, hoy, a pesar de existir una sentencia firme de su condena por parte de la Corte Suprema, la Iglesia Católica aún lo mantiene como sacerdote con todas sus facultades para ejercer.

En el medio de innumerables denuncias de abuso sexual a niños –con el escándalo del Próvolo, donde decenas de niños sordomudos fueron abusados e incluso algunos de los curas en cuestión admiten su culpa–, la Iglesia Católica argentina tiene mucho que explicar sobre su protección y apañamiento a los curas pedófilos.