Primero bajo el duro sol del verano y después bajo una lluvia torrencial, con baile, poesía y consignas antiimperialistas, culminó el martes 10 de febrero en pleno centro de Asunción la larga marcha “Paraguay se pone de pie por una patria nueva” convocada por el Partido Paraguay Pyahurã (PPP). Tras seis intensas jornadas de movilización, miles de militantes campesinos y populares dejaron plantados en el centro político del país sus reclamos de renuncia del presidente Horacio Cartes, denunciando sus políticas entreguistas y antipopulares y las múltiples vinculaciones del entorno presidencial con el narcotráfico (en Paraguay se habla de “narcopolítica”) y sus crímenes.
Entre el jueves 5 y el martes 10, dos grandes columnas de campesinos, docentes y gente del pueblo paraguayo, y militantes del PPP pertenecientes a distintos departamentos caminaron desde sus comunidades del norte y del este a las principales ciudades del interior y siguieron luego hacia Asunción, donde las dos columnas se encontraron en Calle Última y marcharon hasta las plazas del Congreso bajo el grito y “¡Horacio, Horacio, fuera del Palacio!”.
El acto de cierre contó con artistas invitados y representantes de las comunidades, que entre guitarreada y recitados relataron ante el micrófono las luchas campesinas, las ocupaciones de latifundios que vienen protagonizando en reclamo de reforma agraria, y la infame represión estatal que ya se cobró la vida de varios luchadores, cuyos nombres ahora embanderan los asentamientos conquistados.
PPP propone formar Junta Patriótica
“¡Es momento de desafiar esta política antinacional y antipopular de Cartes! ¡Es momento de conformar una Junta Patriótica, compañeros! Porque es la única manera de pelear por una segunda y definitiva independencia”, señaló en la calle, en una de las jornadas preparatorias de la marcha, Eladio Flecha, secretario general del Paraguay Pyahurã.
La marcha convocó a la lucha popular contra la militarización y el terrorismo represivo, el remate de las empresas estatales con la Ley llamada de “Alianza Público-Privada”, las fumigaciones en las comunidades y la violencia contra las mujeres.
Con el apoyo de la Federación Nacional Campesina y el Frente Guasú y acompañados por grupos de militantes, trabajadores rurales y docentes del PPP, los manifestantes, organizados en las columnas Norte (de San Pedro, Concepción, Canindeyú) y Este (de Caaguazu, Guairá y Caazapá), avanzaron haciendo alto en varias ciudades, realizando asambleas y sumando nuevos contingentes. Frente al Congreso nacional ya estaban acampando militantes del PPP de las regionales de Itapúa, Central, Capital, Paraguarí y Misiones que difundían los reclamos en volanteadas y asambleas.
Durante el recorrido y en los actos se coreó “¡El pueblo, unido, jamás será vencido!”, y el conocido grito de combate del PPP: “¡Luchar, vencer o morir!”. La Larga Marcha también convocó a las organizaciones populares del Paraguay a participar del Congreso Democrático del Pueblo, que en principio tendrá lugar en marzo con la participación de decenas de organizaciones políticas y sociales.
“Seguimos acumulando fuerza popular organizada”
El Partido Paraguay Pyahurã convocó esta Larga Marcha “ante tantas amenazas: privatización, el recrudecimiento de las persecuciones, el fortalecimiento del narcotráfico y la narcopolítica, la complicidad de la cúpula de la mayoría de los partidos con representación parlamentaria, ante la muerte por hambre y enfermedades de compatriotas resultado de la política del Gobierno de Horacio Cartes ‘todo para los ricos y nada para los pobres’, y ante la represión y la militarización como respuesta a tantas sentidas necesidades de la mayoría”. “El objetivo de la Larga Marcha –agrega– es expresar el descontento contra la política entreguista, antinacional y antipopular del presidente Cartes, y dejar al pueblo un mensaje para organizarse y seguir luchando por la transformación de las actuales condiciones de miseria y pobreza que vivimos la mayoría de los paraguayos y paraguayas.”
El PPP llama a la instalación de una “Junta Patriótica integrada por mujeres y hombres incorruptibles, con reserva moral, ética, coherencia y patriotismo para aplicar la política de Estado soberana e independiente que tanto anhela el pueblo paraguayo”.
“Llevaremos la esperanza por una verdadera democracia, la felicidad y el futuro de nuestros hijos, tierra para los sin tierras, trabajo para los desocupados, salud para millones de enfermos, vivienda para los sin techos…” Y concluye el manifiesto: “Seguimos acumulando fuerza popular organizada contra la privatización y construyendo el Congreso Democrático del Pueblo, al calor de las luchas. ¡Venceremos!”