Covid, protestas y represión en Paraguay

La renuncia del ministro de Salud paraguayo, Julio Mazzoleni, no alcanzó para calmar las protestas populares que desde hace más de una semana se viene expresando en las calles. En este momento, Paraguay vive su peor momento de la epidemia de Covid. Los contagios alcanzaron su máximo desde que comenzó la pandemia, ya están desbordando las unidades de terapia intensiva y faltan insumos. Para peor, la tendencia es a agravarse y llegaron apenas 4 mil vacunas Sputnik V.

Los contagios alcanzaron ya un promedio de 1.645 por día y siguen en pleno crecimiento exponencial. La cantidad de testeos positivos ya llegó al 45%, lo que indica que los casos reales son muchos más. Por día se registran oficialmente 22 muertes por Covid. Considerando que el país tiene unos 7 millones de habitantes, las proporciones son levemente superiores a los casos y muertes que hay actualmente en nuestro país. Pero la angustia estalla ante la saturación del frágil sistema de salud y ante la falta de un plan de vacunación masiva.

Precisamente, las protestas se iniciaron con los reclamos de trabajadores de la salud y familiares de pacientes por la falta de insumos. Esto se transformó luego en masivas protestas callejeras que fueron fuertemente reprimidas. El presidente Mario Abdo Benítez trató de calmar las aguas haciendo renunciar a su ministro de Salud y otros integrantes del gabinete. Pero las protestas continuaron. La crisis sanitaria puede convertirse en crisis política.