Lo que el gobierno no pudo tapar

La enorme jornada del viernes 1º de septiembre puso en evidencia el fracaso del gobierno en su intento de enfriar el reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado. Centenares de miles en Plaza de Mayo y en todo el país rechazamos además la campaña de estigmatización contra el reclamo mapuche y la catarata de falsedades sobre el caso.

Ante una Plaza de Mayo colmada, su hermano Sergio –y único orador del acto en la Plaza– se quejó del gobierno: “Hemos sido maltratados por la ministra, que ha demostrado no estar capacitada para ocupar ese puesto”, para luego pedir la renuncia de la ministra Patricia Bullrich. “Qué dé un paso al costado”, expresó acompañado por la multitud. En prácticamente todo el país se reprodujeron movilizaciones sumando fuerzas al reclamo.

La represión y la foto

Horas más tarde, pasadas las 21hs cuando el acto y marcha se había terminado, se desató la represión a raíz de que un grupo de supuestos manifestantes comenzara a romper contenedores y vidrios por Avenida de Mayo. Las fuerzas estaban apostadas a los laterales de la Plaza, que ya estaban desde la mañana cerradas con vallas creando una verdadera “ratonera” con una sola salida.

La represión fue a mansalva, con un saldo de 31 detenidos, entre ellos periodistas y fotógrafos que estaban cubriendo para los medios públicos e independientes, a los que se sumaron docentes y otras personas que estaban desconcentrando o en bares de la zona que fueron alcanzados por los palos, gases y balas de gomas. El accionar de policías de civil y otros sin identificar se pudo constatar en todo el procedimiento. En C5N se mostraron además videos con policías tapándose la cara (¿qué quieren ocultar?) y en otros medios se han publicado algunas imágenes que mostrarían agentes de civil tirando piedras.

Los principales medios, en acuerdo y coordinados con el gobierno, utilizaron los disturbios para intentar ocultar la masividad de la jornada y alimentar un clima de temor y tensión en el pueblo, tal como evidenciaron las tapas de Clarín y La Nación al día siguiente. Previamente, el mismo viernes por la tarde antes de la marcha, llamativamente por Canal 13 en el programa de Mariana Fabiani junto con el “periodista” Diego Leuco advertían que el gobierno no descartaba incidentes en la marcha a Plaza de Mayo.

Montajes infructuosos

El gobierno busca generar un clima de miedo a la movilización popular, con libre accionar de las fuerzas represivas y los servicios. Así van creando en los hechos un estado de excepción donde las garantías constitucionales se van recortando y todo aquel que manifieste puede ser considerado un factor desestabilizante. Esto también se vivió en Córdoba el día anterior, con 15 allanamientos simultáneos (ver aparte).

Sin embargo, lo que se viene imponiendo es el reclamo democrático de aparición con vida de Santiago. El gobierno no sólo no logró intimidar sino que incluso la gran jornada significó un espaldarazo para que las víctimas de aquella represión del 1º de agosto tomaran fuerza para declarar ante el juez Otranto –el mismo que había firmado el desalojo de la ruta– y ratificar su denuncia sobre la Gendarmería.