El femicidio de Chiara en Rufino hizo estallar la bronca. La convocatoria #Ni una menos por redes sociales recogió la indignación y la impotencia de miles de personas que este 3 de junio vamos a protagonizar una jornada de lucha histórica de carácter nacional. Un femicidio cada 30 horas aparece los medios de comunicación, contabilizando casi 300 femicidios por año. Pero más allá de la bronca debemos abrir un amplio debate sobre las causas y las formas de terminar con esto.
El femicidio es el corolario de otros tipos de violencia que vivimos cotidianamente en el trabajo, la casa, el hospital o la escuela y que son naturalizados, tolerados o justificados desde las concepciones dominantes. Concepciones que no pueden entenderse al margen del lugar que el desarrollo histórico de esta sociedad dividida en clases y nos asigna a las mujeres: propiedad del varón en la familia, destinada a soportar la carga del trabajo doméstico no remunerado que las clases opresoras y explotadores se apropian y que sirve para reproducir este sistema. De esta manera, como toda propiedad, nos enseñan que se puede disponer de nosotras, golpearnos o matarnos.
Si salimos de este esquema y vamos a trabajar fuera del hogar, igual tenemos que sostener el trabajo doméstico, teniendo así una doble jornada laboral. Nuestros salarios suelen ser menores que los de los varones, los peor remunerados y precarizados. Si salimos solas a la calle nos pueden gritar de todo. Lo mismo si salimos a bailar, nos vamos de vacaciones, nos vestimos como nos gusta. Hay quienes piensan que pueden disponer de nuestro cuerpo porque “nos lo buscamos”.
Las instituciones del Estado (Justicia, fuerzas de seguridad, sistema educativo y de salud), las grandes empresas con sus productos y publicidades, las iglesias y los medios de comunicación juegan un rol central a la hora de sostener y reforzar estas ideas y prácticas. Por eso insistimos en que el Estado no está ausente. Viene permitiendo y en algunos casos garantizando esta violencia. Ni el Gobierno nacional con una presidenta mujer, ni el macrismo en la Ciudad, ni los demás gobiernos provinciales toman medidas de fondo para terminar con esta situación.
Por eso no hay una política para prevenir la violencia y asistir a las víctimas. No se destina presupuesto a la ley Nº 26.485 y se deja en el más completo desamparo a las mujeres que se deciden a hacer la denuncia, siendo así un blanco fácil para los femicidas.
Como no podía ser de otra forma, en esta época electoral, tanto el Gobierno como la oposición tratan de montarse en este legítimo reclamo. Por eso Aníbal Fernández, Berni y Macri aparecen sumándose a la convocatoria, cuando son los responsables de tanta violencia hacia las mujeres y el pueblo. Ni hablar de la convocatoria de Tinelli, que todos los días refuerza y legitima la violencia contra las mujeres en su programa.
Por eso la organización para la lucha es la única salida que tenemos las mujeres y todos los sectores del pueblo que busquemos frenar los femicidios y la violencia de género. Teniendo en cuenta que terminar con las raíces de esta violencia requiere avanzar en un proceso revolucionario de liberación nacional y social, que destruya este Estado de las clases dominantes –principal garante la doble opresión que sufrimos las mujeres– y abra el camino al socialismo y a una sociedad verdaderamente igualitaria.
Reclamos:
• Declaración de emergencia en violencia hacia las mujeres.
• Justicia para Chiara y todas las víctimas.
• Presupuesto para el cumplimiento de la Ley Nº26.485, con control de las organizaciones populares y de mujeres.
• Asistencia psicológica y legal para las víctimas. Vivienda y trabajo genuino.
• Destitución de jueces y funcionarios que amparan femicidas y violadores. Basta de Justicia patriarcal y de clase. Basta de culpabilizar a las víctimas.
• Incorporación a la currícula de las escuelas y de la formación docente de contendidos sobre violencia de género, en el marco de la Ley de Educación Sexual Integral.
• Con los 295 femicidios ocurridos en 2013, 400 niños/as quedaron sin madre.
• 6 horas como mínimo es lo que debe esperar una mujer para hacer la denuncia en la Oficina de Violencia Doméstica.
• El Consejo de la Mujer es el órgano de aplicación de la ley Nº26.485. Funciona bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Social dirigido por Alicia Kirchner.
• Presupuesto para el Consejo de la Mujer: En 2013 fue $17.482.911. En 2014 fue $16.233.262. Recorte del 33% en términos reales (ajustado por inflación). 71% del presupuesto del Consejo es destinados al pago de sueldos. Representa el 0,0018% del presupuesto nacional ($0,80 por mujer).
• El lugar más peligroso sigue resultando el propio hogar: el 52 por ciento de las víctimas fueron asesinadas en la vivienda que compartían con el agresor.