Seguimos gritando ¡Ni una menos!

A seis años de ese primer grito nacional, nos encontramos en medio de una pandemia mundial y en plena segunda ola en nuestro país. Por eso este 3 de junio seguimos organizadas, gritando NI UNA MENOS pero desde nuestros territorios. Convencidas de que ya volveremos a llenar las calles en ese abrazo colectivo, porque sabemos que ahí es donde construimos unidad, fortalecemos nuestras redes y nos reconocemos fuertes frente a tanta injusticia.

Somos mujeres trabajadoras sosteniendo los comedores comunitarios, somos trabajadoras en primera línea sosteniendo el sistema de salud, docentes, trabajadoras estatales, trabajadoras esenciales en todos los rubros, compañeras trans y travestis luchando por su lugar en el mundo del trabajo genuino. Frente a la disputa criminal de la oposición reaccionaria, nos posicionamos del lado de quienes nos cuidan y decidimos cuidarnos. Las feministas populares defendemos la salud y la vida como derechos humanos fundamentales, así conquistamos el aborto legal seguro y gratuito, y hoy acompañamos la vacunación más grande de la historia de nuestro país.

LUCHAMOS POR:

  • Igualdad plena e igualitaria de las mujeres en el plano laboral, político y sindical: inserción laboral sin segregación, licencias igualitarias, cumplimiento de la paridad en todos los planos, sistema integral de cuidados. Cupo de inclusión laboral travesti trans.
  • Ni una menos. Basta de femicidios: Reforma judicial feminista ya! Basta de revictimización. Celeridad y atención integral en las situaciones de violencia de género. No a la prescripción en los delitos de abuso sexual en la infancia y adolescencia. Aparición con vida de Tehuel de la Torre y de Guadalupe Lucero.
  • Implementación efectiva de la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Basta de presas por abortar! Ninguna obstruccion judicial, ni institucional. Cumplimiento efectivo del programa de salud sexual y procreación responsable.
  • Cumplimiento y mayor presupuesto para garantizar la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos.
  • La prostitución no es trabajo, es sometimiento y violencia de género. Políticas integrales genuinas para víctimas de trata y explotación sexual y para mujeres, travestis y trans desocupadas en situación de prostitución.