Se AFAnaron todo

Por Darío Pérez

Desde hace unas semanas estamos asistiendo a un espectáculo por demás bochornoso alrededor de los destinos de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). Todos los implicados persiguen intereses políticos y económicos por más que de palabra digan que quieren lo mejor para el fútbol argentino. Lo que quieren es sacar tajada de la situación. Ahí lo tenemos al presidente “Mau” que, sin dejar la tijera con la que no se cansa de recortar presupuestos y subsidios, está operando de forma directa para que su socio incondicional, Daniel Angelici, logre imponer sus deseos en el seno de la casa madre de nuestro fútbol.

La bandera que esgrimen los secuaces y los aliados de Macri en la AFA es la famosa Súper Liga, la cual plantea ser una competencia tradicional pero con una organización paralela a la AFA, con sus propias autoridades y directivos, los cuales discutirán y negociarán de forma directa con entidades privadas la venta de los derechos del fútbol de todos los clubes participantes de dicha competencia. Marcelo Tinelli ya se apuntó para ser el CEO de dicha empresa. De esta forma –esgrimen sus impulsores– se “transparentaría” todo ya que la AFA dejaría de manejar el dinero de los clubes… Pero de los clubes llamados “grandes” pasarían a manejar y repartir la torta. Los clubes chicos se quedarían porcentualmente con mucho menos de lo que perciben ahora. Además, los dirigentes de la AFA perderían poder, ya que no manejarían gran presupuesto. Es por eso que los clubes del ascenso se oponen a la Súper Liga.

En todo este circo también está metido el inefable Hugo Moyano. Hace rato que anunció que dejaba de conducir los destinos de la CGT para postularse como presidente de la AFA. Pero claro, chocó con los intereses de Macri ya que una AFA que no manejaría a los clubes “grandes” sólo quedaría manejando a las categorías del ascenso y a las distintas selecciones nacionales… Pero lo peor de todo para Moyano: sin dinero!!! O sea, sin poder y sin caja: contexto con en el que Moyano no quiere saber nada. De ahí el enfrentamiento encarnizado con Mauricio. No se peleó tanto ni por los despidos, ni por los tarifazos, ni por los recortes… se peleó por la conducción del fútbol.

Macri, al saber que Moyano contaba con los votos para ser presidente de la AFA gracias a ganarse el beneplácito de los clubes chicos, se puso a la cabeza del plan y primero llamó personalmente al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y le comunicó sus planes de intervenir la AFA. Lo hizo porque la FIFA se opone a la intervención de los gobiernos. Pero Macri está dispuesto a todo y luego del llamado hizo que la Inspección General de Justicia (IGJ) impusiera dos veedores y suspendiera las elecciones a presidente ya pactadas para el día 30 de junio. (IGJ: organismo que depende del Poder Ejecutivo Nacional y cuyo titular, Sergio Brodsky, es amigo personal y mano derecha de Daniel Angelici desde hace 30 años.) Ante tamaño escándalo, Infantino anunció que enviará al país una delegación para revisar y certificar todo lo ocurrido y poder decidir si desafilia a la AFA o da vía libre al gobierno para actuar.

Así las cosas, esta semana arrancó la Copa América en EEUU y la Selección Nacional tuvo que armar un equipo de entrenamiento con jugadores reclutados a las apuradas de las universidades de la zona. Para esta tarea fundamental de entrenamiento siempre se llevan equipos de selecciones juveniles, para que además se vayan fogueando. Esta vez no fue así porque no había dinero en la AFA para solventar los gastos de traslado y estadía de los chicos. Un papelón mayúsculo.

Y para sumar un poco más de mal gusto, en un acto de chabacanería soberbia durante una discusión que se puso acalorada, Daniel Angelici le dijo a Claudio “Chiqui” Tapia –titular de Barracas Central, representante de los clubes del ascenso y yerno de Hugo Moyano– que nunca había visto que un “árbol meara a un perro”. Se AFAnaron hasta la última moneda, pero todos miran para otro lado.