El 31 de octubre pasado llegaron a la Universidad de Santiago del Estero (UNSE) mujeres campesinas de varias localidades del interior de la provincia que se vienen capacitando en Salud. Vinieron a recibir un certificado de agentes comunitarias de Salud, que se lo han ganado con mucho esfuerzo, sacrifico y dedicación, como parte del trabajo de capacitación que venimos realizando un grupo de profesionales universitarios.
Vinieron a dar cuenta que el aporte que han realizado ellas es tan o más importante que lo que hemos volcado ahí los universitarios. Porque nos han recibido con lo mejor que tienen, nos han abiertos sus casas, nos han brindado su tiempo, su saber, nos han dado lo que tienen y más. Nos hemos sentido como parte de cada familia donde hemos estado. Vinieron con su humildad, pero también con la grandeza de lo que son. Su presencia fue tan o más importante que la de cualquier funcionario o autoridad que pueda visitar nuestra universidad. Porque al fin y al cabo quienes luchamos por una universidad pública y gratuita, científica, democrática, popular y antiimperialista, hemos llegado a donde entendemos que debe estar la universidad.
A la par de la entrega de certificados se firmó un convenio de cooperación entre la UNSE, el MOCASE, una intendencia y una Comisión Municipal. Estuvieron presentes la Rectora y el Vicerrector, la Decana y el Vicedecano de la Facultad de Humanidades, Ciencias Sociales y de la Salud, las autoridades municipales y un representante del MOCASE.
Todo ello fue posible por un trabajo de extensión en Salud que venimos realizando hace ya dos años. A raíz del mismo, se lo presentó como un Proyecto de Voluntariado Universitario y quedó como uno de los 12 seleccionados de la UNSE: lleva el nombre de “La Salud en manos del Pueblo”. Fue un importante logro de que la Universidad diera el paso en la cooperación, asesoramiento y apoyo técnico. Esto quedó plasmado en el acta-acuerdo firmada.
