El Comunismo Revolucionario-Partido Marxista Leninista Maoísta de la Argentina hizo llegar su solidaridad al Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos (Cebraspo) en su lucha contra la nueva oleada de violencia y asesinatos en el estado de Rondonia contra el movimiento campesino y sus dirigentes.
Los campesinos pobres de ese estado del noroeste del Brasil sufren una verdadera escalada de atentados cometidos impunemente por los latifundistas ganaderos y sojeros (en Brasil llamados “coroneles”) a través de bandas de pistoleros o directamente de la policía estadual, que se complementan para el secuestro, tortura, desaparición y asesinato de activistas campesinos. El gobernador Confucio Moura designó como jefe de la Policía Militar al principal sospechoso de organizar y armar esos grupos de matones a sueldo de los terratenientes.
La traición de los gobiernos de Lula y Dilma a sus reiteradas promesas de reforma agraria y su apoyo total al llamado “agronegocio” –basado en el latifundio– agravó la concentración de la propiedad de la tierra. Pero empujó a miles de familias de campesinos pobres a la lucha y a la ocupación de haciendas, para terminar con el latifundio y obtener un pedazo de tierra para vivir y cultivar. Desde 2007 fueron asesinados decenas de activistas y dirigentes campesinos, varios de ellos coordinadores o sostenedores de la Liga de Campesinos Pobres.