De la primera a la tercera Internacional

Entre 1864 y 1872, con un rol protagónico de Carlos Marx y agrupando a socialistas, anarquistas, personalidades, sindicatos y otras asociaciones obreras, se desarrolló la experiencia de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), o Primera Internacional. Esta, por primera vez, echó los cimientos de la organización internacional de los trabajadores, pero en medio del enfrentamiento político entre el socialismo marxista y el anarquismo terminó por disolverse.

La Segunda Internacional se conformó como producto del crecimiento en extensión del movimiento proletario, con la conformación de partidos obreros en distintos países europeos que reivindicaban el socialismo marxista, y, ya muerto Marx, contó con la participación de Federico Engels.

Con el tiempo, esta nueva Internacional y sus principales partidos caerían en el oportunismo, el reformismo y el socialchovinismo, apoyando a las burguesías imperialistas en la Primera Guerra Mundial, lo que llevaría a la ruptura de los marxistas revolucionarios. Tras la Revolución Rusa de 1917, bajo inspiración de Vladimir I. Lenin y de la construcción del socialismo en la URSS, se conformaría la Tercera Internacional, o Internacional Comunista.