El FMI aprobó el acuerdo y ya pide reformas

Más devaluación, reducción de subsidio a la energía, advertencias por el gasto en jubilaciones. Adelanta un mes su visita de revisión.

31 de marzo de 2022

En el mismo acto de la aprobación del acuerdo, el FMI ya empezó con las advertencias y recomendaciones para el gobierno argentino. Primero en su comunicado del 25 de marzo, el FMI propone la “recalibración temprana del programa” señalando el contexto de guerra de Ucrania. A la par, en un documento de 178 páginas, detalla el planteo. Y adelantaron la revisión trimestral para discutir esta “recalibración”.

En el comunicado, los directores del organismo “pidieron mejoras en la estructura del gasto, incluida la reducción de los subsidios energéticos costosos y no focalizados, al mismo tiempo que se expande el gasto en infraestructura. Hicieron hincapié en la necesidad de proteger programas de asistencia social bien focalizados y de una gestión prudente de los salarios y pensiones”. El documento, publicado ese mismo viernes, puntualiza entre otras cosas:

Considera apropiado el régimen de devaluación sostenida (el crawling peg). Pero propone acelerarla para “asegurar un tipo de cambio real competitivo que sostenga la continuidad del superávit comercial y la meta de acumulación de reservas”. Objetivo que el FMI busca para garantizarse el cobro de deuda y la disponibilidad de las ganancias de bancos y monopolios, a costa de incentivar la inflación. A la vez, indica al gobierno “abstenerse de intervenir en el mercado financiero (CCL, Contado con liquidación) y de futuros”.
“Los gastos primarios del gobierno general de Argentina se encuentran entre los más altos de la región (…). El gasto primario se duplicó entre 2005 y 2015 (…) impulsado en gran medida por un aumento en las pensiones y subsidios”. Según el documento, el “programa contempla una reducción del 0,6 por ciento del PBI en el subsidio a la energía en 2022”.
Considera que el sistema de jubilaciones refleja “una combinación de alta cobertura, generosos regímenes generales y especiales, y pensiones sin fondos”. Cuestiona el costo de la fórmula de movilidad adoptada en 2020 así como la “relativamente temprana edad de jubilación”. Insiste en que es “fundamental mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones y potenciar el diseño del esquema de reparto de ingresos”.