El impuesto al salario como techo salarial

Los reclamos sindicales han puesto sobre la mesa que el impuesto al salario, además de ser injusto, viene cumpliendo la función de techo salarial a las paritarias. Es decir: aun cuando se arrancan importantes aumentos, buena parte del mismo termina siendo confiscado por el Estado nacional. Entonces, ¿cuánto es el aumento efectivo de cada paritaria calculado con este impuesto?

En el Vamos! Nº54 desarrollamos una breve explicación sobre cómo se calcula este impuesto. Ahora, buscamos calcular cuánto es esta reducción de la paritaria tomando un caso concreto. Analizamos en este número el caso de los profesionales de la Salud dependientes del Gobierno de la CABA.

Las cifras oficiales

Según publicó la Asociación de Médicos Municipales (AMM), el aumento salarial de la paritaria 2015 fue del 38%. Para llegar a esta cifra, cuentan el aumento sobre el salario neto (o de bolsillo) pero sin descontar el impuesto al salario. Desde ya, no contemplan el escalonamiento del aumento en cuotas a lo largo del año (el último aumento es ¡en diciembre! cuando blanquean la parte no remunerativa ¡de 2014!). Además, ocultan el hecho de que todos los aumentos hasta noviembre de este año corresponden a montos no remunerativos (en negro, que no aportan para obra social y jubilación).

AMM es un sindicato con una conducción alineada con el macrismo y controla el sistema de Salud en la CABA (y los negocios con la Salud, podríamos agregar). El acuerdo paritario buscó allanar de conflictos la candidatura presidencial de Mauricio Macri. Aun así, cabe señalar el exorbitante aumento de las cifras no remunerativas, que –dependiendo de la categoría– en noviembre estará entre el ¡42% y 47% del salario bruto!

El otro tema es que el aumento del “salario de bolsillo” calculado por AMM es en realidad abstracto, porque el salario real que recibe el profesional es descontando el impuesto al salario. Por lo tanto el aumento real es menor. ¿Cuánto menos?

Con impuesto

En la infografía están los montos del salario de la categoría inicial de un médico de planta, en enero de 2015 y enero de 2016. Tomamos el caso de ingreso a carrera de planta de 30 horas semanales, la carga horaria más generalizada en el sistema de Salud de la Cuidad (hay también de 35 y 40 horas).

El hecho que esta carga horaria sea la más utilizada en el sistema público de salud tiene que ver con que desde el Estado se promueve que los profesionales complementen su salario con guardias (que pueden ser en el propio sistema público de Salud), consultorio u otro cargo (en el ámbito privado). Estas formas de contratación en Salud funcionan en forma semejante a lo que en los demás rubros se considera como “horas extras”. Una encuesta de la Sociedad Argentina de Pediatría del 2012 dio como resultado que el promedio de horas de sueño de un/a médico/a era de 5 horas y media, evidenciando la explotación a la que son impulsados por este sistema. Poco que ver con una “aristocracia obrera”, como caracteriza la presidenta a los trabajadores que pagan el impuesto al salario.

Con estas modalidades, utilizadas por la mayoría de los profesionales de la Salud, el salario real termina siendo superior a los montos referidos en la infografía. Por eso, en el cálculo del impuesto al salario no contemplamos las disminuciones al impuesto resueltas por el Gobierno nacional en 2013 y 2015 (que por otro lado, según calculamos en Vamos! Nº54, son bastante exiguas). Consideramos el caso de soltero/a sin hijos. Por simplicidad, no consideramos el descuento de sindicato como así tampoco el aguinaldo.

Como puede apreciarse en la infografía, para la categoría analizada el descuento por “Ganancias” en enero de 2015 llegó a 550 pesos. Esta retención se triplica luego de las paritarias 2015, llegando a 1.880 pesos en enero de 2016. Evidentemente, el impuesto aumenta mucho más que el salario y ya le descuentan el 31% de cada ingreso extra que obtenga. Pero basta con hacer una guardia al mes para que las retenciones por este impuesto comiencen a descontar el 35%.

Conclusión: Lo que era presentado como un gran aumento del 38% por AMM y el macrismo, con el impuesto al salario terminó siendo en realidad un 28%. Así funciona este tan engorroso como efectivo techo salarial. Y muestra por qué el Gobierno nacional se niega si quiera a aumentar el mínimo no imponible.