Estados Unidos prohibió las descargas de las aplicaciones de origen chino TikTok y WeChat a partir de este domingo. La medida fue argumentada por el gobierno de Donald Trump en que son una “amenazan la seguridad nacional” y un riesgo “la política exterior y la economía” yanqui.
Sería ingenuo sostener que estas aplicaciones garantizan la confidencialidad. Pero, tanto o más ingenuo sería creer que WhatsApp, Instagram, Facebook, Twitter o Google son más seguras. O que Telegram sería la excepción. Evidentemente Donald Trump conoce los riesgos de que se masifique en su país una aplicación extranjera. Porque es una formidable herramienta de inteligencia. Claramente, Estados Unidos no quiere ser espiado. Pero sí quiere seguir espiando al resto y mantener la exclusividad de espiar a su propia población.
