La elección del 30 y 31 de enero de 1984 –enfrentando la injerencia patronal y del Gobierno (que no la reconoció)– fue el primer paso en el proceso de democratización profunda. Hubo más de 400 candidatos en las secciones; se eligieron 84 delegados y 84 subdelegados por sección y por cada 50 obreros, y por turno. Y de su seno eligieron a la Comisión Interna, concebida como la Ejecutiva del Cuerpo de Delegados, y a Miguel Delfini como coordinador de la Interna.
Fue intensa la pelea para que funcionara democráticamente el Cuerpo de Delegados por sección, evitando que el delegado se convirtiera en una mera correa de transmisión de las directivas, como era lo habitual. Para esto, la clave era garantizar que se realizaran habitualmente –a la par que las reuniones del Cuerpo de Delegados− las asambleas de sección, donde todos los obreros se animan a dar sus opiniones y a discutir, donde se conocen y pueden realizar un control de su delegado y darle mandato. Con esta instancia también pueden exigirle que les informara las propuestas de otras secciones, de la Interna llevada al Cuerpo de Delegados, y de los debates y resoluciones de éste. Y, sobre la base de este ida y vuelta, de esta práctica generalizada, en los momentos decisivos se pueden realizar asambleas generales de fábrica. Esta línea de democratización profunda del movimiento obrero, de recuperación de sus organizaciones para el combate, evitando que los obreros sirvan como tropa de maniobra a intereses ajenos a su clase, fue ganando posiciones; logrando el creciente protagonismo en los debates y decisiones por parte de los 5.000 obreros de Ford.
Esto permitió llevar a la práctica la resolución de darse una política de lucha larga, por salarios, tema analizado y debatido estudiando las condiciones generales en que se encontraban, en polémica con quienes habían planteado ir de inmediato a un paro general. La medida principal de lucha, que logran sostener masivamente durante todo febrero, consistió en parar dos horas por turno y por sección, escalonados, lo que de hecho provocó la paralización total de la producción. Decidieron responder medida por medida a la prepotencia patronal y del gobierno, e impedir que la “Comisión Transitoria” de SMATA intentara negociar a sus espaldas.
Se producen ofrecimientos de aumentos (9,8%), rechazados; otros nuevos (12%), rechazados, por no contemplar la inflación real. Se realiza una colecta obrera, y se continúan los paros escalonados. El 28 de febrero de 1984 Ford realiza un lock-out. Con la línea estipulada, los obreros permanecen dentro de la fábrica, cada uno en su puesto, con gran disciplina, dejando al desnudo la provocación de Ford. Ante su endurecimiento, el Cuerpo de Delegados resuelve una movilización a Plaza de Mayo el 2 de marzo, que por su masividad, y concurriendo los obreros con su ropa de trabajo, es imposible de ocultar y tiene una gran repercusión política.
Ford realiza una nueva propuesta (casi un 40%) y el Ministerio de Trabajo les comunica que los delegados serían reconocidos. El 6 de marzo de 1984 el Cuerpo de Delegados discute y resuelve llevar a la asamblea general la posición de aceptar esa propuesta; y tomar un respiro, pasando a trabajar 8 horas sin hacer horas extras, para estar en condiciones de continuar la lucha por el 100% de aumento. La asamblea general debate intensamente y por inmensa mayoría aprueba la moción. Los obreros de Ford habían pasado de tener en las automotrices los salarios más bajos a los más altos mediante esa larga lucha, y que fogueó como dirección al flamante Cuerpo de Delegados. Por espacio sólo describo esta lucha detalladamente, de las muchas que hubo y relato en el libro(1), que refleja la metodología y la forma de pelear que lucharon por llevar a cabo siempre, y que no decayera. Y prueba lo acertado de la misma.
Elecciones en el SMATA.
La lista Naranja
El SMATA llamó a elecciones para el 11 y 12 de octubre del ’84. Se presentarían la Verde de José Rodríguez (odiado por los obreros, no podía entrar en Ford), que recibió el apoyo activo del gobierno de Alfonsín, y era su candidato para secretario general de la CGT. Ante la opinión pública fue montada en la mayoría de los medios de comunicación de masas una gran campaña, “maquillando” mentirosamente a Rodríguez como “demócrata” y “antidictatorial”. Se presentaba también la Azul y Blanca de Cardozo, otro jerarca sindical, de distinto “palo” que Rodríguez, conocido como peronista y que aparentaba apoyar la lucha. La Agrupación Salamanquista 1° de Mayo de Ford decidió pelear la recuperación del gremio, en el camino de Salamanca en Córdoba, y llamar a otras fuerzas clasistas y combativas en todo el país a confluir en la conformación de la Lista Naranja. Se formó una Comisión de Enlace.
El Congreso Nacional de la Naranja se realizó el 25 de agosto en Boulogne, con 300 congresales. Se eligió a Miguel Delfini candidato a secretario general y a Roque Romero como secretario adjunto. Romero, integrante de la Agrupación clasista antiimperialista 1° de Mayo nacida en Córdoba, había sido el adjunto de Salamanca en la histórica recuperación del SMATA-Córdoba a partir de 1972, y sufrido largos años de cárcel. Fue recibido con una emocionada ovación. La lista consiguió su oficialización, enfrentando maniobra tras maniobra. En Ford, además de los clasistas antiimperialistas de la Agrupación Salamanquista 1° de Mayo, conformaron la Naranja delegados del PO, de un grupo del MAS, y delegados y obreros peronistas tercermundistas que querían la recuperación, y apoyaban la línea de los salamanquistas, que llamaban sin sectarismo a la unidad a todos los obreros mecánicos para impedir el fraude y derrotar a Rodríguez, y planteaban: “¡Ni tractores yanquis ni trolebuses rusos!… ¡Aparición con vida de René Salamanca y demás detenidos desaparecidos del SMATA!”. Los peronistas tercermundistas se dividieron, y muchos votaron a Cardozo. Con un fraude galopante el “caballo del comisario”, la Verde de Rodríguez, ganó nacionalmente, con muy pocos votos en las terminales industriales. En Ford, la Verde sacó 295 votos, la Azul y Blanca 2.036, y la Naranja, 1.560, ganando en Massey Ferguson de Rosario.
Luego comenzó una intensa lucha para reconstruir la unidad de las dos corrientes mayoritarias del Cuerpo de Delegados, que se habían dividido en la elección; en un clima de intrigas, rumores e infamias para impedirlo y liquidar esa dirección obrera.
Plan de lucha en Ford contra suspensiones y amenaza de despidos
En noviembre de 1984 bajó la producción; Ford redujo la jornada a 4 días por semana, descargando como siempre la crisis sobre sus obreros, tratando de obstruir la unidad que se reconstruía, junto con el sindicato y el gobierno. Esto les fracasó. La empresa, además, usó la táctica de trasladar obreros de una sección a otra, de un turno a otro, para desgastarlos y crear un clima de gran intraquilidad e incertidumbre, estimulando la “salvación individual” o el “retiro voluntario”. La lucha era feroz entre las automotrices (todas imperialistas) por el control del mercado achicado. La política gubernamental de altísimas tasas de interés estimulaba el “salvataje” mediante la especulación desenfrenada, que todos los monopolios practicaban. El Cuerpo de Delegados y la Comisión Interna de Ford rechazaron adelantar las vacaciones y llamaron a asamblea general el 11 de diciembre.
La masiva asamblea evidenció un gran sentimiento de unidad, “que el Cuerpo de Delegados esté unido como antes”. El SMATA, mientras gritaba “unidad”, dividía afirmando que “Ford se corta sola”, “ustedes se dejan dirigir por un zurdo”, y no concurría adrede a la asamblea para reforzar la idea de “autoaislamiento” de su dirección; ni movilizaban al conjunto de los mecánicos, gravemente afectados por suspensiones y despidos. En esta faena contaban con el apoyo del PC que había apoyado a la Verde en las elecciones. Un volante de su Agrupación “19 de enero”, señalaba esos días que “la ‘ultraderecha’ [los peronistas] y la ‘ultraizquierda representada por Miguel Delfini’ coinciden en golpear a los sectores progresistas y recuperables del SMATA, como José Rodríguez”, planteando como consigna: “Todo a través del gremio”.
Esa línea fue planteada en la asamblea por un militante público del PC, siendo derrotada ampliamente, y enfrentándosela con la consigna: “Todo a través de las asambleas generales y de sección”. Muchas intervenciones exigieron un plan de lucha al SMATA, y la asamblea aprobó por inmensa mayoría la propuesta de la Interna y el Cuerpo de Delegados de declarar un “estado de alerta” y sacar una Solicitada. Costeada por los obreros, se tituló: “Navidad amarga”. Rodríguez la contrapuso con otra solicitada: “Año de la democracia”, ¡acusando a la solicitada obrera de “golpista”!
El plan de lucha de Ford los había colocado a la avanzada de un gran ascenso de luchas populares, con tomas, paros, formas de lucha superiores que tendrían una expresión en el paro activo del 15 de enero en Córdoba, el primero en años.
Ante la grave situación, otra asamblea general decidió realizar una Marcha al Congreso y a Plaza de Mayo el 23 de enero de 1985, iniciada con un paro de 12 horas. La concurrencia fue masiva, organizándose cada sección, responsabilizándose del micro que debía llevarlos. El SMATA postergó sin fecha el Congreso Nacional de Delegados, llamado para el 25 de enero.
En un dramático llamado por televisión, Alfonsín convocó a Plaza de Mayo para el 26 de abril, denunciando una confabulación golpista. Allí llamó a apoyar “con Fondo o sin Fondo” a “la economía de guerra” (ajustarse el cinturón), ante el desconcierto de los manifestantes. Rodríguez apoyó activamente el acto, facilitando micros del SMATA. Los clasistas denunciaron las maniobras de Alfonsín, la falsa opción “Alfonsín o golpe”, los argumentos de que si se luchaba se “desestabilizaba” y venía el golpe, llamando a no concurrir; lo que fue aprobado por los obreros de Ford.
En abril llega el nuevo presidente de Ford Argentina, Sparvero, duro, quien luego de luchas preparadas en secreto en las secciones, que realizan una manifestación a la gerencia, finalmente cede y recibe a la Interna. El plan hambreador propuesto por Sparvero es rechazado, y los obreros amenazan con embrollarle toda la producción si no retrocede.
El 1° de Mayo fue conmemorado en la Puerta 2 de Ford, con gran concurrencia obrera. Se historió su origen, refirmándose las banderas de combate de la clase obrera internacional contra los explotadores, y rindiéndose homenaje a sus mártires. Fue convocado por la Interna y el Cuerpo de Delegados de Ford, junto a otras comisiones internas, delegados y sindicatos, particularmente de la zona norte.
Este acto es una nueva demostración de fuerza y del inicio de coordinación con empresas de la zona. Ford finalmente cede y firma el Acta el 17 de mayo, donde se compromete a no efectuar ningún despido durante tres meses, retrocede en las suspensiones, y se compromete a iniciar la discusión de paritarias en junio (Alfonsín mantenía la misma política de la dictadura de “suspensión de paritarias”). Fortalecidos, los obreros se organizaron para participar en el paro activo y Acto de la CGT presidida por Ubaldini el 23 de mayo en Plaza de Mayo; acto que expresaba la fuertísima presión de las luchas que se desarrollaban desde abajo y exigían que la CGT se pronunciara y actuara. Alfonsín, furioso, insultó públicamente a Ubaldini. El combativo acto, con más de 200 mil participantes, da una idea precisa del clima obrero y popular reinante.
«Texto-base para-style-override-32″>(1) “La ocupación de Ford. 18 días que conmovieron la Argentina”, Buenos Aires, 1986.