Encuentro regional de mujeres y diversidades

Organizado por Liberación Popular, más de 80 compañeras nos reunimos para debatir balance y perspectivas de nuestra lucha.

Comenzamos al mediodía con unas ricas empanadas hechas por compañeras del Barrio Esperanza. Luego se dio inició a la apertura con unas palabras de la responsable de mujer y diversidad. Hasta las 17 hs funcionaron cuatro talleres de debate en donde leímos el volante de la organización llevado al Encuentro en Jujuy. En el cierre se compartieron los principales nudos y conclusiones de cada uno de los mismos.

Trabajo registrado y sindicalismo, nuestro rol en la sociedad

Del taller participaron compañeras estatales, enfermeras, trabajadoras textiles, docentes, trabajadoras de estética, trabajadoras de comedores y del programa Espacios Verdes. El debate giró en torno no sólo a la preocupación que tenemos las mujeres por la creciente necesidad de contar con más de un trabajo para llegar a fin de mes (todas las presentes tenían más de un trabajo), sino también en la ausencia del Estado a la hora de garantizar elementos de trabajo, como en el caso de las compañeras que se dedican a limpiar los espacios verdes, a las cuales no se les entregan elementos básicos como guantes, ropa de trabajo adecuada, repelente, etc. Así como también la ausencia de políticas públicas que permitan garantizar una libreta sanitaria para aquellas que no cuentan con obra social.

En este sentido, una compañera contó que perdió la posibilidad de ingresar a un trabajo formal porque ni el hospital ni la salita del barrio quisieron realizarle la Libreta Sanitaria requerida; y la única “solución” que recibió fue que tenía que “hacérsela por su cuenta”. Al mismo tiempo, la preocupación por la no sindicalización de aquellas que se encuentran en empleos sin registrar se sumó a la preocupación de aquellas compañeras que sí están sindicalizadas y ven con preocupación el rol de los sindicatos en la lucha contra este gobierno. Por último, compañeras integrantes de Liberación Popular contaron su experiencia con el diario y cómo han notado un gran cambio en lxs estudiantes secundarios, que inicialmente se volcaban a “tener paciencia” o “darle una oportunidad al gobierno” y hoy –ya cansadxs de que la situación empeore cada vez más y con cada vez menos perspectiva– buscan espacios de organización, se llevan el Al Frente y lo cometan dentro y fuera de la escuela.

Barrios populares, los trabajos informales y la organización contra el hambre

Para orientar el debate llevamos una síntesis del trabajo en las villas, barrios y asentamientos. Allí las mujeres, en muchos casos, somos sostén de familia, además de resolver las tareas de la casa y el cuidado de los niños y los ancianos. También somos las que nos encargamos de los merenderos y comedores en el barrio. El centro del debate estuvo puesto en los cambios que sufrimos con la llegada del gobierno de Milei: primero intentando desarmar las organizaciones sociales con el recorte de los programas, reprimiendo las movilizaciones y metiendo miedo a quienes buscamos enfrentarlo.

A pesar de ser un año duro y de retrocesos, seguimos luchando y como dijo una compañera en la comisión: “Somos mujeres fuertes, nos empoderamos a pesar de las críticas”. Muchas compañeras compartieron las experiencias del sostenimiento de comedores, merenderos y ollas populares, que viene siendo una de las principales iniciativas para enfrentar el hambre y la carestía. También debatimos sobre la necesidad de confrontar con este gobierno y las dificultades que se presentan con los recortes en los programas sociales y en la distribución de alimentos, porque cada vez se acercan más niños, niñas y jubilados a pedir un plato de comida. Se propuso ver en cada distrito cómo motorizar los reclamos. En algunos lugares ya lo venimos haciendo con fuerzas políticas aliadas y en otros tenemos que seguir golpeando puertas. Integrando también a los vecinos, comerciantes, a las iglesias del barrio.

Violencia hacia las mujeres, diversidades, niños y niñas

El debate arrancó principalmente con algunas cuestiones en relación a la violencia doméstica. Los nudos fueron: “el sistema judicial no funciona”, “la mujer piensa que no va a poder y esto tiene que ver con la autoestima”, “no se puede salir de la violencia cuando hay violencia económica”, “aguantar en una relación violenta por la crisis”. Todo esto enmarcado en otro debate: “¿por qué la mujer se queda en ese lugar?”, “¿por qué no se va?”, “¿por qué vuelve?”. En relación a la juventud, charlamos acerca de la moda de “las parejas tóxicas” y los “sugar dadys”. En medio de este debate, y las actuales violencias cotidianas, surgen las preguntas: ¿qué es el feminismo? y ¿qué significa “feminazi”?
Más profundamente debatimos: ¿cómo hacemos para liberarnos? y ¿qué es una mujer liberada? Algunas dicen que una mujer con trabajo e independencia ya es una mujer liberada. Otras planteamos que la liberación de la mujer sólo será posible con la liberación de la sociedad en su conjunto. Charlamos de la experiencia de la Revolución China y el clásico libro La mitad del cielo, que grafica la liberación de la mujer en esa revolución. Entonces, abordamos qué es la doble opresión. Finalmente volvimos a hablar sobre los estereotipos de género.

Debates de línea dentro del movimiento feminista

Ya el volante tenía varios puntos de debate y al principio conversamos sobre los distintos feminismos. Una compañera trajo que hay un sector feminista que es “terf”: que sería estar en contra de los derechos de la comunidad travesti-trans. Una compañera del Bajo Flores contó una experiencia directa de cómo ayudaron a una vecina y amiga trans en su transición, y cómo el sostén del entorno la ayudó a enfrentar los estigmas sociales. Otra compañera trajo que es súper importante pensar la unidad de las diferentes identidades en el movimiento, pero que a su vez no todas vivimos lo mismo, que hay especificidades que abordar en su particularidad y que las mujeres cis al nacer con útero ya tenemos toda una carga social que cae sobre sus espaldas.

En ese momento conversamos sobre el cambio de nombre del Encuentro y la necesidad de que no se diluyan los temas centrales de las mujeres ya que hacen a cuestiones de la organización general de nuestra sociedad y el cómo luchamos contra esas desigualdades. Por ejemplo, en la apertura se dijo la importancia de que luego del aborto se haya escrito el proyecto de ley de cuidados, pero no se haya podido aprobar.

Luego el debate viró centralmente a la palabra “feminismo” y a cómo hoy el gobierno actual la iguala a “machismo” pero al revés. Entonces decían las compañeras que hoy el debate en la gente es acerca de esto y si “el empoderamiento de las mujeres” al final es que ahora ellas sean agresivas con los hombres, que incluso puede haber una distorsión de esto hacia dentro de las relaciones sociales actuales. Se conversó sobre el caso Lucio y cómo fue utilizado para esto. Concluimos que Liberación Popular no es un feminismo “anti-hombre”, ni mucho menos consideramos que el feminismo sea que las mujeres sean agresivas. Por el contrario, significa que el feminismo lucha por una igualdad más profunda que tiene que ver con la liberación de la sociedad en su conjunto, qué cosas nos unen en la lucha a los hombres por sufrir las consecuencias de este sistema en general y qué cosas en particular. Pero se destacó la importancia de involucrar a los hombres en las causas feministas, que hacia dentro de la organización fortalezcamos este aspecto, ya que los grandes cambios sociales se hicieron de la mano de movimientos amplios y que en ese sentido la unidad del conjunto del pueblo es central para ese objetivo.