Palabras emotivas, apretones de manos y abrazos fuertes inundaron el encuentro entre los familiares de los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos y los pueblos originarios que acampan hace meses en la Avenida 9 de Julio. Luego de difundir sus reclamos en algunos países de Europa y en Canadá, decidieron expandir sus banderas por las ciudades de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, para luego partir hacia Uruguay. El encuentro en el acampe coincidió con la conmemoración del 25 de Mayo, día de inicio de nuestra Revolución de Independencia.
“No hay democracia, hay sangre. Con tanta muerte, tantos desaparecidos, tanta impunidad que está dejando este gobierno, no hay otra cosa. Este es un narcogobierno, ahora le quieren restar importancia al caso Ayotzinapa, lo quieren poner como secuestro, pero es desaparición forzada porque es el propio Estado el que se los llevó”, contó Mario César González, padre de César Manuel González Hernández, uno de los estudiantes desaparecidos.
Francisco Sánchez Nava, estudiante del Normal, fue uno de los que logró escapar aquella noche. En las puertas del acampe qom relató sus sensaciones sobre los motivos de las desapariciones: “Nuestro Normal siempre levantó la voz por todas las injusticias que pasan en Guerrero, es una piedrita en el zapato para el gobierno. Nosotros, aparte de defender nuestros derechos como estudiantes, también exigimos que se haga justicia por todas las violaciones a los derechos humanos. Nosotros sí levantamos la voz, nosotros nunca nos quedamos callados”.
También se refirió a las multitudinarias movilizaciones del pueblo mexicano: “Tuvimos muchas movilizaciones enormes en donde temblaba el presidente. Si renuncia, entra otro igual. Es el sistema el que nos está chingando. Nosotros exigimos que nos presenten a nuestros compañeros con vida. Esa es nuestra exigencia primera”.
“Vivos se lo llevaron, vivos los queremos”, afirman sus carteles y banderas. “Hay mucha desinformación, llega solamente lo que pasa en televisión, Televisa, TV Azteca. Pero desgraciadamente no es ni un 5% de la verdad”, sostuvo González. “Nos pidieron que levantemos la movilización a cambio de que nos reciba el canciller [Hector Timerman]. A nosotros no nos interesa que nos reciban en la presidencia. Si quieren hacer algún pronunciamiento que lo hagan frente a la prensa y frente a las organizaciones”, agregó.
Los hechos.
Los organizadores de la caravana informan sobre las actividades que realizaran en estos días a través de la página web http://caravana43sudamerica.org. En el sitio describen qué pasó y denuncian que aquel 26 de septiembre por la noche “policías municipales de la ciudad de Iguala (estado de Guerrero) que iban uniformados y vestidos de civil, atacaron cobardemente a los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa” que se disponían a viajar para la marcha nacional en memoria de la matanza de los estudiantes en 1968, la cual se realiza anualmente en la Ciudad de México, cada 2 de octubre.
Los estudiantes tomaron cinco autobuses para acudir a la marcha en la ciudad. Sin embargo, tres micros fueron atacados en dos oportunidades. Cuentan que “los normalistas que iban en los otros dos autobuses, recibieron el pedido de auxilio de sus compañeros, una vez que ya habían llegado a Iguala”. Allí convocaron a la presa local para dar una conferencia “que no pudo llevarse a cabo debido a que otro comando armado abrió fuego directo contra ellos”. “Al final de la noche, había 6 muertos, 29 heridos por arma de fuego y 43 desparecidos.”