Mientras disputan la transición, profundizan el ajuste

Razones de una durísima derrota

Si las PASO marcaron el fin del proyecto de re-reelección de Cristina Kirchner, ahora el fuerte retroceso del kirchnerismo en las elecciones del 27/10 y particularmente su dura derrota en la provincia de Buenos Aires dejan prácticamente sin chances a Daniel Scioli para ser el que unifique al peronismo en las presidenciales del 2015. Se perfilan así los dos años finales del kirchnerismo en el gobierno.

El castigo al gobierno fue la respuesta a la inflación en la canasta de primera necesidad (con el tomate a $50 y el pan a $20), a la nueva tragedia anunciada en el ferrocarril Sarmiento producto de la impunidad de la corrupción de Estado (en todo el ramal que va de Once a Moreno el oficialismo perdió por paliza en cada una de las localidades), al escándalo de Juan Cabandié, a un presupuesto 2014 donde se paga la deuda externa a los usureros internacionales, la designación de César Milani al frente del Ejército o a la presencia del esa fuerza en la represión popular en Santa Cruz, entre otras causas y hechos que generaron repudio. En definitiva, el gobierno fue castigado con dureza por su política antipopular.

Es necesario empujar desde cada lugar de trabajo, sobre todo allí donde hay delegados y direcciones combativas, la inmediata reapertura de paritarias, una bonificación de $2000 para fin de año, impedir los despidos y suspensiones, así como el cese de causas y persecución a luchadores como los obreros de Las Heras.

Los presidenciables de las clases dominantes

Massa se instaló como el principal candidato a presidente para el 2015. Con él vienen los mismos que junto a Eduardo Duhalde como presidente devaluaron en el 2002 y garantizaron a los monopolios exportadores y terratenientes (particularmente vinculados al imperialismo ruso y europeos) fabulosas ganancias, a costa del hachazo al salario de los trabajadores. Se pudo ver en el bunker a personajes como Juan José Álvarez, Felipe Solá, Ignacio de Mendiguren, Roberto Lavagna o Alberto Fernández. Cuenta con el apoyo explicito de Clarín.

Mauricio Macri anunció su candidatura a presidente y se encargó rápidamente de diferenciarse de Massa. Macri se perfila como el principal candidato de mejor relación con el imperialismo chino en el país, luego del kichnerismo. El Pro se quedó con la mayoría en la ciudad de Buenos Aires, desplazó al tercer lugar al PJ en Santa Fe con Del Sel y contará con un bloque de 20 diputados.

La elección de Hermes Binner en Santa Fe y el avance de la UCR en varias provincias lo colocan como otro candidato al 2015. La UCR se ha ubicado como la fuerza más votada después del PJ a nivel nacional.

En sólo dos años, el oficialismo perdió más de cuatro millones de votos. Se aferran a una realidad que, tras la derrota y a 10 años de poder, todavía conserva la primera minoría en el orden nacional con cerca de 7 millones de votos. No es poco si se lo mira como una corriente política que ha ocupado un andarivel propio plagado del verso “nacional y popular”. Pero no alcanza cuando la realidad marca el verdadero rostro y el resultado electoral adverso es contundente.

Ante esta realidad, al kirchnerismo no le queda otra que “huir hacia delante” y apostar a la recuperación de Scioli acompañado por algún gobernador K ganador. Scioli quedó atrapado en las redes kirchneristas y no le queda otra salida que mostrarse como continuador “devaluado” del modelo.

La aguda lucha por arriba

La resolución de la Corte Suprema sobre la constitucionalidad de la Ley de Medios, se ha constituido en la expresión de cómo se va recalentando la disputa entre sectores de clases dominantes en la transición.

Sin dudas, la resolución constituye un duro golpe al monopolio Clarín. El daño al multimedio no sólo es en lo económico (sólo Cablevisión está valuada en 4 millones de pesos) sino también en lo político, ya que le da un “veranito” al gobierno que tratará de aprovechar con una campaña triunfalista. Mientras, el kirchnerismo oculta que -a través de testaferros o desde el gobierno- controla otro multimedio donde se monopoliza la información y los contenidos (ver nota en página 2).

Los sectores dominantes atrás de Clarín salieron con los tapones de punta y mandaron a sus caras más relevantes en materia periodística -como Joaquín Morales Solá y Magdalena Ruiz Guiñazú- a las Naciones Unidas para denunciar sobre la “falta de libertad de prensa en Argentina”, dando una imagen patética y servil, mientras llueven las denuncias de los gobiernos europeos, sudamericanos y la Iglesia por el espionaje escandaloso de los Estados Unidos. A la vez, la Cámara de Casación respaldó la investigación contra el vicepresidente Amado Boudou, a cargo del Ejecutivo, por el caso Ciccone.

El gobierno aprovechará el fallo de la Corte para ocultar que tiene una situación complicada en la economía: necesitará de dólares para hacer frente a la importación de energía y el pago de deuda, mientras cae el nivel de reservas y se discute un nuevo endeudamiento, aparte del que se acaba de realizar con el Banco Mundial por 3 mil millones de dólares.

La Secretaría de Comercio aprobó el aumento de precios de la mayoría de los productos de primera necesidad y se está diagramando la suba de las tarifas de los servicios. Ya en el caso del subterráneo, la Justicia habilitó al gobierno de la Ciudad a que lleve el boleto a $3,50. Además, Macri acaba de firmar la limitación de las suplencias de guardia para los hospitales públicos de la Ciudad. El panorama para los trabajadores es muy duro, ya que se busca que el hilo se corte por lo más delgado, ajustando a los de abajo. En este marco, es necesario empujar desde cada lugar de trabajo, sobre todo allí donde hay delegados y direcciones combativas, la inmediata reapertura de paritarias, una bonificación de $2000 para fin de año, impedir los despidos y suspensiones, así como el cese de causas y persecución a luchadores como los obreros de Las Heras.

La elección y las fuerzas populares

En estas elecciones, desde el CR hemos llamado a castigar al gobierno desde posiciones populares. En un marco de dispersión, impulsamos diversas formas de expresión y reagrupamiento.

En Capital Federal integramos Camino Popular, encabezado por el diputado Claudio Lozano. El frente ha logrado unir una cantidad importante de fuerzas políticas. Los votos obtenidos, si bien se mantuvieron respecto de las PASO, no alcanzaron para retener la banca de legislador de Fabio Basteiro. Valoramos esta experiencia como instrumento para recomponer el campo popular, dividido y golpeado por el kirchnerismo y otras fuerzas socialdemócratas que posaron de popular y terminaron siendo variantes de las clases dominantes.

Camino Popular (en Capital), el FIT, Autodeterminación y Libertad (CABA), Frente Ciudad Nueva (en La Plata) y otras son todas fuerzas que expresaron en las elecciones las luchas y reclamos de los trabajadores y el pueblo. El FIT fue la fuerza que logró canalizar nacionalmente esta posición con un programa definido y obtuvo tres diputados nacionales (con un 5,1% a nivel nacional y más de un millón de votos).

Las expresiones populares que se mostraron en estas elecciones son un impulso para forjar desde abajo reagrupamientos que motoricen las luchas contra los despidos, la inflación y la devaluación, la precarización y la judicialización de las luchas y sus dirigentes. También para la conformación de instrumentos de recuperación sindical del movimiento obrero y asalariados.

Al calor de esto, se hace necesario agrupaciones y demás instrumentos de frente únicos que se planteen la liberación y que vayan encontrando un cauce orgánico político, que sirva para la lucha y pueda jugar también un papel el terreno electoral. La unidad popular para la liberación nacional y social es posible, encabezada por la clase obrera. Esto nos proponemos desde el Comunismo Revolucionario (CR). ¡Sumate!