Miles de voces, un solo grito: ¡Ni una menos!

Este 3 de junio volvimos a movilizarnos en todo el país bajo las consignas “Ni una menos, Vivas nos queremos, El Estado es responsable”.

En la CABA, la marcha que partió del Congreso estaba encabezada por familiares de víctimas de femicidios y víctimas de violencia de género. Atrás se encolumnaron agrupaciones de mujeres, feministas, sindicatos y comisiones internas, centros de estudiantes, organizaciones barriales, de derechos humanos y una gran cantidad de personas autoconvocadas que se acercaron con sus familias, amigos, compañeros de trabajo, etc. Se estima que participaron alrededor de 150.000 personas. Esta enorme marea de personas llegó hasta la Plaza de Mayo señalando la responsabilidad del Estado y el gobierno macrista, a la vez que se reclamaban medidas concretas.

Los femicidios, la forma más extrema de violencia, no cesan. Desde aquella primera concentración el 3 de junio de 2015, 275 mujeres fueron asesinadas en la Argentina: un promedio de una cada 30 horas. 39 de esas víctimas tenían denuncias judiciales, exclusión del violento y prohibición de acercamiento del maltratador. Por eso exigimos, entre otras cosas, presupuesto para la implementación de la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres.

Tuvo lugar en la marcha el repudio al ajuste del gobierno nacional y los gobernadores, que se manifiesta en precarización laboral, pobreza, despidos y represión y que afecta particularmente a las mujeres.

Los pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto tiñeron todas las columnas, exigiendo educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. También se exigió la inmediata libertad para Belén, la joven tucumana condenada por tener un aborto espontáneo, a quien recientemente le fue negada la excarcelación.

También estuvieron presentes los reclamos contra el abuso sexual y el repudio a la Justicia que protege a violentos y abusadores y culpabiliza a las víctimas.

Estos y tantos otros reclamos se concentraron esta movilización que colmo las calles y los centros políticos de la Ciudad de Buenos Aires, La Plata y más de 80 localidades del país, constituyendo un importante avance en la condena social a la violencia de género y en la organización para la lucha por nuestros derechos y para terminar con la opresión y la explotación.