Las trabajadoras y trabajadores de Felfort, junto a su Comisión Interna, realizaron un paro histórico por reclamos salariales y contra la precarización laboral.
Con una Comisión Interna recuperada, independiente de la lógica burocrática de la dirección del Sindicato de la Alimentación, los trabajadores de Felfort realizaron durante casi una semana un paro que ellos mismos caracterizaron como histórico dentro de la fábrica. Enfrentaron a una de las patronales más explotadoras del rubro de la alimentación, exigiendo que el Ministerio de Trabajo intervenga. Nuevamente se vio el papel que juegan las conducciones combativas, que siguen creciendo en el movimiento obrero.
El paro se inició ante la negativa de la empresa a escuchar los reclamos, no reconociendo en los hechos a la Comisión Interna y no dejando ingresar a uno de los delegados en el turno de la tarde. La reacción de los 700 trabajadores -tanto efectivos como contratados- fue inmediata. Se plantearon demandas que venían siendo desoídas en instancias anteriores:
– Un plus de Pascuas de $ 1.500. Un adicional de $ 1.000 para todos, incluyendo a los contratados.
– Actualización de más de 100 categorías, en especial para las compañeras que son discriminadas respecto de los hombres, dividiendo entre sí a los trabajadores.
– Terminar con el fraude laboral efectivizando a los trabajadores por agencia (incumple la empresa una resolución del Ministerio de Trabajo que le prohíbe tener personal eventual).
– Acabar con la violación de las normas de seguridad e higiene laboral y pésima condiciones de trabajo.
Un comunicado de la CI afirma: “Esta fábrica es un Cromañón en potencia: hay salidas de emergencia clausuradas, en el sector Chocolate el calor es insoportable (hasta 60º C), en el sector Colado el polvillo invade todo. Falta calzado de seguridad para muchas operarias. No hay servicio médico nocturno.”
La CI denuncia también el maltrato de supervisores y jefes; y exige el “respeto a los fueros sindicales y no obstaculizar el ejercicio de la función de los delegados”.
Luego de cinco días, y gracias a la contundencia de la lucha, la dirección del STIA tuvo que reconocer la medida; y el Ministerio de Trabajo intervino dictando la conciliación obligatoria e intimando a la empresa a que cumpla con las leyes laborales más básicas como las que tienen que ver con las condiciones de seguridad y las categorías. También tuvieron que reconocer a la nueva Comisión Interna en las negociaciones.
Sin embargo, la patronal mantiene la dureza y el STIA, si bien públicamente tiene un discurso favorable a los trabajadores en las instancias del Ministerio de Trabajo, se muestra con una sorprendente docilidad frente a la empresa. Sólo la continuidad de la lucha y la unidad y firmeza de los trabajadores va a garantizar una respuesta favorable a sus reclamos.