El viernes 23 de octubre, alrededor de las 4:30 am, la Infantería de la Policía provincial desalojó violentamente a manifestantes que mantenían un corte y bloqueo del acceso a la mina de Veladero. La represión fue violenta dejando varios heridos. Gustavo Carrizo, de una radio alternativa sanjuanina manifestó entrevistado por FM Frecuencia Zero que “una mujer presentó traumatismo de cráneo y otra fractura en la mano”.
También fueron reprimidos periodistas de medios alternativos que se encontraban cubriendo el corte. “Uno de nuestros compañeros presenta una fisura en una costilla”, detalló. El desalojo lo ordenó el juez Pablo Oritja, el mismo que a menos de una semana de ocurrido el derrame de más de un millón de litros de solución cianurada, habilitó a la Barrick a continuar trabajando con cianuro.
El corte había sido decidido dos días antes, en asamblea, luego de que el gobierno no diera respuesta a un petitorio presentado por la Asamblea “Jachal no se toca” en el que se pedía información sobre el estado de contaminación del agua y medidas de saneamiento. Durante dos días resistieron amenazas, “una patota de Barrick Gold” y un grupo de camionetas que pertenecen a la Cámara de Prestaciones Mineras de Iglesia impedía el acceso a la zona del piquete. Ante la denuncia de la empresa, en menos de 24 horas se produjo el desalojo.
Ramón Cabalay, miembro de la Asamblea “Jachal no se toca”, denunció que según la Justicia “nos encontrábamos en una propiedad privada en el corte. Pero nosotros entendemos que nuestro país no es una propiedad privada. Estábamos a 200 km del proyecto justo en la entrada de un camino al lado de un pueblo y ahora es de ellos, de la Barrick. Imagínense que tienen un país para ellos, manejan todo, ahí no entra nadie”. La convivencia entre la Barrick y el Estado en San Juan es un secreto a voces. “Las autoridades defienden a la empresa y no al pueblo”, sentenció.
La respuesta popular fue inmediata, el viernes en la tarde se realizaron numerosas movilizaciones en varias ciudades del país en repudio a la represión. En Buenos Aires hubo una movilización a la Casa de San Juan. En Jachal la movilización fue masiva el viernes en la tarde. Al cierre de esta edición, la Asamblea decidirá los pasos a seguir. La lucha es para que se vaya la Barrick y se termine con la contaminación minera.