Que los salarios no sean la variable de ajuste

Pasando el primer trimestre del año, muy pocos gremios han cerrado sus acuerdos paritarios. Los alcanzados al momento, por lo general, son acuerdos cortos, semestrales o con cláusulas de revisión. La situación apremiante ante una alta inflación que no para (8,8% acumulada en el primer bimestre del año, o 12,8% si se mide el aumento de precios en alimentos y bebidas) y la incertidumbre que genera el reciente acuerdo con el FMI, juegan también en este sentido.

Las tres grandes paritarias cerradas al momento son las que corresponden a las y los trabajadores de la educación primaria y secundaria en su Paritaria Nacional; la que engloba a las y los docentes universitarios nacionales; y la que corresponde a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Por otra parte, el salario mínimo vital y móvil subirá al menos un 45% este año, con una revisión en agosto.

En cuanto a la Paritaria Nacional Docente, los gremios acordaron una paritaria corta con revisión al mes de septiembre, alcanzando un piso nacional de aumento de 45,5% en cuatro cuotas. De esa manera el salario inicial al mes de septiembre llegará a $60.000, siendo hoy $83.807 el ingreso que necesita un hogar compuesto por cuatro personas para no ser pobre (Indec, febrero 2022). Así, el inicio de clases no fue sin conflicto en al menos 4 provincias (Jujuy, Santa Fe, Chubut y Río Negro), para lograr superar lo alcanzado en la paritaria nacional.

Algo similar resultó el acuerdo alcanzado por la docencia universitaria, con un 41% en cuatro tramos y cláusula de revisión al mes de septiembre, llevando el salario inicial de un/a docente semi-exclusiva (cargo testigo) a $61.728. En este caso la Conadu-H, fue la única federación que rechazó la propuesta salarial.
En el caso de la UOM, acordó en el mes de febrero un aumento salarial de 45% en tres tramos con las seis cámaras empresariales del sector. Llevando el salario inicial a casi $80.000. Asimismo, contempla una revisión a en noviembre para evaluar la progresión inflacionaria.

Todos los acuerdos rondan el 45%, muy lejos del ya sepultado 33% que el ministro Guzmán garabateó en el presupuesto para el año, y en cierta forman intentarán marcar tendencia tanto en el sector público como privado.

En el caso de los estatales nacionales, la paritaria formal arranca en el mes de junio. No obstante, vienen de cerrar el acuerdo de revisión de la paritaria 2021 a mayo 2022 con el Gobierno Nacional, llegando al 54% en el mes de abril. Si bien dista mucho para la recuperación necesaria de la pérdida del poder adquisitivo, tanto en la pandemia macrista como la del Covid-19 en el 2020, esta recuperación eleva el piso de la discusión para este año.

El caso de la UOM, un gremio grande que cuenta con unos 225 mil afiliados, puede resultar como vara a la hora de la discusión paritaria en el ámbito de los privados. Vara con grandes posibilidades de quedar muy corta si la presión inflacionaria no cede. Grandes ramas de la producción tienen sus salarios iniciales por debajo de la línea de pobreza; y por cada punto porcentual de inflación se generan más y más hogares pobres (40,6% a septiembre 2021, alrededor de 3 millones de hogares según Indec, septiembre 2021). El desplazamiento de Antonio Caló de la conducción de la UOM, que ostentaba desde 2004, evidencia que las y los trabajadores no queremos seguir siendo la variable de ajuste.

Otros gremios, como Comercio y Bancarios, vienen de cerrar las revisiones paritarias 2021 con acuerdos que mantienen el poder adquisitivo; y este último se encuentra en el marco de la discusión 2022, con un acuerdo de una suma a cuenta de la paritaria que va de alrededor de los $14 mil a los $30 mil, según la escala salarial.