El sábado 15 de junio realizamos un almuerzo a 44 años del Cordobazo con la presencia de Agustín Funes. Contamos con la participación de distintos sectores: vecinos por el “No al dragado”, de la toma de viviendas del Plan Federal a principios de año, de otras organizaciones políticas, veteranos de guerra de Malvinas, personalidades de la cultura, compañeros en lucha por recuperar el sindicato de panaderos, bancarios, del movimiento barrial y estudiantes.
Tras las empanadas, Santiago Slonimsqui destacó el orgullo de realizar esta charla pública del CR en el marco político actual. Remarcó lo heterogéneo del grupo, agradeciendo la presencia de todos los compañeros y amigos de lucha, con los que nos conocimos en la calle marchando por distintos reclamos.
Luego Tato Corte expuso sobre el contexto internacional de aquella época. Enfatizó en que era un momento de rebelión popular a nivel mundial, donde se cuestionaba todo. Destacó el proceso de la Revolución Cultural China. Allí un sector del PC, liderado por Mao, dio batalla al revisionismo y al camino de restauración del capitalismo que se había impuesto en la URSS y años más tarde lograría imponerse también en China.
Agustín Funes –que el día anterior había participado de una jornada con delegados obreros del Polo Petroquímico de Bahía Blanca- remarcó la importancia y la vigencia del Cordobazo, que puso en evidencia para millones la posibilidad cierta de lograr la revolución de liberación nacional y social, cuando son los obreros los que imponen su hegemonía, junto a los estudiantes y otros sectores populares.
La experiencia viva de quien fue parte de los más de 12.000 obreros que trabajaban en los talleres-escuela de la fábrica de aviones de Córdoba, hasta llegar a la matricería de IKA-Renault, permitió dar cuenta del riquísimo proceso que miles de obreros fueron haciendo.
Tras el golpe de 1966, la dictadura de Onganía profundizó las políticas antiobreras, antipopulares y pro-imperialistas (particularmente pro-yanqui), las medidas represivas, mantuvo la proscripción del peronismo (con su líder en el exilio), adhirió al FMI y avanzó con las privatizaciones. Así, fue cimentando un polvorín de odio bajo sus pies.
En el Cordobazo confluyeron este polvorín que se resecaba, la lucha por las reivindicaciones de los trabajadores, el reclamo por el regreso de Perón y el desarrollo de una corriente clasista profundamente anti-dictatorial, que al calor de las tormentas en el mundo ponía todo en cuestión.
A partir del Cordobazo, renació el clasismo en las fábricas, que poco después se plasmaría con los sindicatos SITRAC y SITRAM (Fiat) y el triunfo de René Salamanca en el SMATA Córdoba.
Nada volvería a ser igual en Argentina. El Cordobazo había puesto sobre la mesa que la liberación del pueblo y la patria era posible.
Seguimos por la liberación
El gobierno K profundizó la dependencia, el saqueo de los recursos naturales y del patrimonio nacional. Sin dudas, kirchnerismo y oposición de derecha han instalado que su confrontación es la contradicción principal de la Argentina y han avanzado en la división del pueblo; cuando en realidad expresan una disputa en el seno de las clases dominantes.
Nuevamente los poderosos de la Argentina han logrado meter una contradicción que es secundaria como principal. Del mismo modo que en el auge de luchas previo al golpe del ´76. Pretenden montarse sobre nuestras luchas y nuestros reagrupamientos, para ponerlos en un lugar donde seamos estériles para enfrentar esta política. Un lugar en el que nuestra fuerza sea utilizada para engordar a los que siempre fueron impulsores de ajustes, entrega de nuestras conquistas y nuestro patrimonio.
Para los trabajadores y el pueblo es una prioridad el desarrollo de una corriente clasista que dispute la dirección del movimiento obrero, con independencia de los poderosos y una profunda convicción en que las necesidades de los trabajadores incluyen y son parte de la revolución liberación nacional y social.
Nos quedamos con el eco de las últimas palabras de Funes: “Me llevo una gran satisfacción principalmente porque puedo estar con ustedes, puedo hablar de esto con ustedes, y por lo que ayer viví junto con un importante contingente de delegados y comisiones internas del Polo Petroquímico: que hay obreros que en sus lugares de trabajo se van uniendo y van viendo cómo va a ser el camino de salida. Para eso siempre está presente aquella jornada del 29 de mayo”.