La presidenta de la Cooperativa Renacer, Mónica Acosta, fue electa legisladora provincial en Tierra del Fuego por la misma lista que colocó a Gustavo Melella como gobernador. Luchadora de toda la vida, que supo unirse con sus compañeros de trabajo en los momentos más difíciles como cuando cerró la fábrica metalúrgica en que trabajaban allá por 1998. Para los trabajadores y trabajadoras es una voz necesaria en la Legislatura. En diálogo con la radio fueguina La mañana líder, opinó sobre el resultado y las perspectivas.
Se refirió a los cambios de reglas electorales operados a sólo 36 horas antes de la votación y cómo eso impactó en la alta cantidad de votos en blanco para legisladores: “La gente fue a asegurar [a gobernador]; y por el otro lado, solamente los equipos que estaban muy bien preparados dentro de su militancia aprovecharon esa situación. Porque sino tampoco se entendería muy bien una mayoría de los mismos legisladores que también hasta último momento habían sido muy cuestionados por su rol en la legislatura”.
En relación a la elección de gobernador opinó que “frente al temor, la gente también pudo decir ‘vamos todos por una sola lista’, porque es la única que va a enfrentar una política que me ha mantenido en estado de sufrimiento, en mi calidad de vida y una cantidad de cosas. Por el otro lado, apareció lo que hacía muchísimos años que no aparecía. Que un gobernador gane en primera vuelta”.
“La gente venimos viviendo muy mal. Y resistiendo políticas de ajuste desde el primer día: tarifazos, importación, una industria que fue deshilachada en muy poco tiempo. Menem destruyó el aparato productivo en 10 años. Este gobierno lo hizo con una celeridad y con un grado de descomposición superior en menos tiempo. Y lo peor de todo era no querer visibilizar los despidos y cierre de fábricas.”
“Gustavo capitalizó de dos maneras. Una a través de ocho años casi de su gestión en la intendencia de Río Grande, donde tiene un muy buen balance; y en Ushuaia, que lo conocían un poco menos, nosotros sentíamos que la figura de él también iba creciendo mucho. Y bueno, también fue el canalizador del voto bronca.
“Nuestra lucha desde el minuto 0 fue una lucha política. Por algo somos la fábrica recuperada que fue capaz de cuestionar el derecho de propiedad privada mediante ley de expropiación. La que fue capaz de dejarle escuelas a la provincia. La que fue capaz de salvaguardar una fuente de empleo para nosotros, para nuestros hijos y de crecer tres veces desde que nos constituimos. Es capaz de autogestionar la vivienda de 60 trabajadores. Incidió políticamente teniendo un bachillerato desde hace dos años en la fábrica. Y la que también tomó la decisión como fábrica y como proceso, ponerse la campaña electoral al hombro.
“Nada de lo que nosotros hicimos, lo hicimos si no teníamos a los compañeros a la par. Si no debatíamos fervorosamente sobre un proyecto de futuro que nos contemplara. Que nos permitiera tener la posibilidad de presentarnos a una licitación pública para proveer luminarias de led, no terminen definiendo siempre por los amigos y los poderosos. Y tiene que ver con muchas cosas.“
“Y cuanto nos han despreciado en el último periodo, por lo tanto eso que ponía la prensa es la misma línea con la que nos atacaban en el 2001 cuando defendían a Menem y Manfredotti es lo mismo que se expresaba con ese desprecio de clase hacia la posibilidad de que una obrera de fila, acompañada por el proyecto de Gustavo, tuviéramos la posibilidad de poner en discusión todo lo que nos viene pasando. Entendiamos que parte de la campaña sucia era inventarte un perfil que ni los trolls de Marcos Peña eran capaces de hacer eso, pero la gente no come vidrio. “
“El cambio de proyecto provincial va a hacer que podamos confluir en los dos objetivos. Poner el centro en la ampliación de la matriz productiva, en la creación del empleo, que es también luchar por nuestra cooperativa. Porque la verdad es que hace meses que estamos muy mal. En un contexto muy desfavorable. Y nos estamos aferrando a esto porque sabemos que quietos no nos vamos a quedar”.
