“Venimos a hablar con el intendente”

Mucho ruido, mucho canto y emoción de los estudiantes que nos dimos cita en la puerta de la Municipalidad de Chascomús, reclamando nuestro derecho a estudiar, reclamando un espacio físico real y no tener que estudiar amontonados, como vacas en un camión de hacienda.

Ese día de la maravillosa movilización, la “paz” de Chascomús se vio alterada. Los señores que digitan el futuro de Chascomús primero estaban confundidos; y cuando se dieron cuenta que los reclamos y la lucha iban en serio, se molestaron y mucho. Algunos llamaron a la policía y después la frenaron. Concejales del mismo partido que el intendente Javier Gastón –del Frente Renovador– trataban de persuadirnos. Secretarias y secretarios prometían soluciones sin sustento.

No pasó mucho rato que cayó la prensa, radios, diarios, noticiero de cable local, a los que explicamos que en el edificio ubicado en la calle Bahía Blanca y Chile van a estudiar los chicos de primaria y hasta ahí todo bien, porque las dimensiones de la escuela esta apta para ello. El problema es que en la misma escuela estudiamos también los secundarios: o sea 200 chicos más que su capacidad, que tenemos asignado un edificio de la vieja escuela número 9, pero que todavía está en reparaciones. Y que el poder político de Chascomús nos tiene a todos amontonados en una escuela, donde el más pequeño de los niños tiene 6 años y comparte la super población de la escuela donde el más grande tiene 18 años, que los baños no alcanzan y que en esas condiciones se nos hace muy difícil estudiar.

Al preguntarnos qué pretendíamos al venir a la puerta de la Municipalidad, respondimos: “venimos para hablar con el intendente y que se comprometa a ayudarnos”. Lo que buscamos es que nuestro problema tuviera prensa para que los que duermen el proyecto de nuestra escuela secundaria se pongan a trabajar.

Nos mandaron provocadores y los estudiantes y un papá que nos acompañó nos encargamos de sacarlos o de contestar la violencia verbal. Dos horas de ruido, canto, flamear la bandera argentina y mucho cuidarnos entre nosotros nos dio la cita con el intendente. Entramos cuatro estudiantes, un papa como adulto responsable y un integrante del Consejo Directivo de ATE, que para esa altura se unió a la lucha con nosotros.

Los estudiantes fuimos y planteamos las cosas como creíamos que eran, directo al grano y sin ningún rodeo: “Tenemos derechos y ustedes se cagan en ellos. Usted señor Gastón ayúdenos.” El intendente se comprometió en hacer todo lo que estuviera a su alcance. Concluimos la reunión diciéndole que hasta que no estemos sentados estudiando como corresponde en nuestro propio espacio, no dejaremos de hacer cosa para que todos sepan en las condiciones que estudiamos. Alteramos la “paz” de Chascomús. Perdón. Somos estudiantes con necesidad de estudiar y hasta hoy, no podemos hacerlo en condiciones dignas. Seguiremos luchando.

Corresponsal