La semana pasada finalizó la visita del FMI, que luego de 10 años vino a supervisar la política económica. El jefe de la delegación fonomonetarista manifestó su satisfacción y felicitó al gobierno de Macri, señalando que “ha logrado un importante avance en la transición ambiciosa”.
Respaldó el tarifazo al fundamentar que “el aumento de las tarifas de los servicios públicos los ha acercado a los precios internacionales”. Agradeció el pago al los fondos buitres festejando que “el acuerdo con los acreedores ha hecho posible el regreso a los mercados internacionales de capital”, con lo que señala además el camino hacia el nuevo endeudamiento del país.
Solicitó “un entorno más conducente a la inversión privada”, lo que no sería otra cosa que flexibilización y reducción de los “costos” laborales. Y respaldó las políticas de ajuste: “Hay que felicitar al gobierno por su claro compromiso para bajar la inflación a niveles de un dígito y reducir el déficit fiscal (…) Un plan fiscal a mediano plazo que guíe las expectativas sería valioso en el marco de esta corrección. Afianzando la gestión del gasto público, mejorando más la gobernabilidad e incrementando la eficiencia del gasto público se crearía espacio para una reducción muy necesaria de la carga tributaria, al tiempo que seguirían corrigiéndose los desequilibrios fiscales”. Todo coincidiendo con la presentación del Presupuesto para 2017 por parte del gobierno.
