Bolivia se levanta

Largo ha sido el camino para que Bolivia recupere su democracia y el sendero popular. Con Luis Arce en la presidencia y Evo Morales de regreso en su tierra, ha quedado atrás el golpe de Estado que colocó como presidenta de facto a Jeanine Áñez. En ese trayecto estuvieron los caídos de Senkata, Sacaba y El Pedregal. Tal como los y las reivindicó Arce en su discurso de asunción. Y en ese mismo transcurso Bolivia fue golpeada también por la pandemia. El gobierno recuperado aún debe saldar cuentas con el golpismo y, a la vez, resolver la crisis económica y sanitaria en curso.

El golpe fue derrotado con el voto popular que eligió a Arce con el 52%; dejando atrás al liberal Carlos Mesa con un 32% y con apenas un 14% para Fernando Camacho. Esta vez nadie pudo argumentar fraude porque la elección fue organizada por los mismos golpistas. Y el secretario de la OEA que en 2019 había denunciado fraude a favor de Evo, Luis Almagro, debió reconocer el resultado.

Justicia
Ahora el pueblo reclama por la sangrienta represión que intentó consolidar el golpe. Por eso recientemente el comandante de la guarnición militar de Cochabamba, el general Alfredo Cuéllar, fue detenido por las autoridades fiscales de esa región por la masacre de Sacaba –ocurrida el 15 de noviembre de 2019–, donde fueron asesinadas al menos once personas. Aquel día, la presidenta de facto Áñez había firmado el decreto 4078 que eximía a las Fuerzas Armadas de responsabilidades penales en “los operativos para el restablecimiento del orden interno”. Por lo tanto, es probable que no sea la última detención.

Solidaridad
“Gracias hermano presidente @alferdez, gracias hermanos argentinos”, tuiteó Evo horas antes de volver a pisar suelo boliviano tras 11 meses de exilio. Previamente también había al presidente mexicano AMLO, primer asilo tras escapar del golpe. En Argentina fue recibido por Alberto Fernández, apenas asumió como presidente en diciembre del año pasado. Desde Argentina, Evo pudo seguir de cerca los preparativos electorales para que el MAS-IPSP vuelva al gobierno.

Desde Liberación Popular nos hemos sumado a cada iniciativa en apoyo: marchando a la Embajada apenas trascendieron los intentos golpistas; en el festival en Plaza de Mayo en noviembre de 2019; en el acto de apoyo al MAS-IPSP realizado en febrero de este año en la cancha de Deportivo Español; y contribuyendo en la propia fiscalización de las mesas de los residentes en Argentina durante la votación, en cuyas mesas se obtenía un 90%.

¡Es el litio!
Junto con la pandemia, el gobierno electo buscará dar respuesta al agravamiento de la situación económica. El gobierno del MAS, con Evo presidente, se ha caracterizado no sólo por las conquistas sociales, sino también por avances en la producción nacional. En particular, la nacionalización del gas. Esto contribuyó a una gran inversión en infraestructura, construyéndose 25 mil kilómetros de rutas. A la par, bajó la pobreza, el desempleo y la desigualdad, aumentó el salario mínimo un 1000% y se nacionalizó el servicio de agua. Todo con un crecimiento promedio del 4,9%.

Ahora el foco de atención está puesto en cómo se vaya a resolver la producción de litio, insumo fundamental para la producción de las baterías que permitirían la generalización de los vehículos eléctricos. Esto había sido precisamente uno de los motivos denunciados detrás del golpe. Los yacimientos de litio en Bolivia y en Argentina están entre los más grandes del mundo. Su producción con valor agregado es asimismo un gran desafío.
Junto con contundente resultado electoral, la multitud que recibió a Evo muestran a un pueblo decidido a seguir avanzando. ¡Jallalla Bolivia!