El jueves 12 de diciembre la Legislatura porteña aprobó el proyecto de boleto educativo que extiende el mismo a estudiantes de nivel superior residentes en Capital Federal. Es un reclamo histórico que llevamos impulsando hace décadas y se produce luego de un año de intensa lucha por parte del movimiento estudiantil, en particular el universitario.
La iniciativa venía siendo impulsada desde principio de año por legisladores de Unión por la Patria, a la vez que los estudiantes juntábamos firmas en las facultades desde antes de comenzar las clases, aprovechando las fechas de inscripciones e intensivos de verano. Es que con la devaluación de diciembre del 2023 y el tarifazo en transporte de Jorge Macri a comienzos de enero, se empezaron a armar grupos de WhatsApp en reclamo por el boleto en todas las facultades. Posteriormente, al calor de la lucha presupuestaria otros sectores como el FIT y UCR-Evolución se sumaron a impulsar el debate por el proyecto legislativo.
Finalmente se terminó aprobando, incluso, con el PRO y sus aliados, el socialismo, entre otros. Prácticamente todos (53) votaron a favor, menos LLA que se abstuvo con cinco votos y uno en contra (el de Marra). Ahora resta la reglamentación e implementación. Conociendo al PRO, no hay que bajar la guardia.
Algunos beneficios que amplía y extiende la nueva ley:
• Ahora incluye a estudiantes de universidades, institutos de educación superior, centros de formación profesional e instituciones de educación especial dentro del ámbito porteño, abarcando tanto a los establecimientos públicos como privados, quienes podrán viajar de forma gratuita.
• La cantidad de traslados gratuitos subió de 50 a 96 mensuales, con un máximo de cuatro diarios, aplicables de lunes a sábados durante los períodos escolares y académicos.
• Los beneficiarios deben residir en la Ciudad y pertenecer a hogares clasificados como “pobres”, “clase media vulnerable” o “clase media frágil”, según la clasificación oficial del Instituto de Estadísticas y Censos porteño.
• Los tutores de menores de 12 años que cursen la escolaridad obligatoria podrán acceder a una tarifa social del 55% en el transporte público, a través de la tarjeta SUBE, con un beneficio aplicable a un único acompañante por estudiante.
El beneficio será para quienes no alcanzan 1,25 veces la Canasta Básica Total (canasta básica más bienes y servicios no alimentarios, como vestimenta, transporte, educación, salud y vivienda) medida por los organismos del GCABA. En noviembre, una familia de cuatro miembros clasificados en ese segmento alcanzó ingresos mensuales entre 1.291.713 y 1.614.641 pesos.