La semana pasada el Indec ha difundido el informe sobre el mercado de trabajo del primer trimestre del 2025 en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Sobre una Población Económicamente Activa (PEA) de 14.394.000 personas, el Indec informó una tasa de desocupación del 9,7% a nivel nacional para el primer trimestre del 2025: es decir, 1.136.000 personas que buscan trabajo. Esto implica un aumento de 314.000 personas desocupadas respecto del cuarto trimestre del 2023, cuando asumió el Milei y la desocupación era del 5,7%. En CABA en el mismo período, pasó del 3,2% al 7,0%; en el Gran Buenos Aires pasó del 7,4% al 9,7%; mientras que en los conglomerados del interior pasó del 4,8% al 6,4%.
El nuevo informe también refleja un estancamiento en la fuerza de trabajo ocupada. En este mismo período, los asalariados formales pasaron de 3.111.780 a 3.037.130. Los asalariados informales pasaron de 1.735.140 a 1.741.670. Mientras que los cuentapropistas pasaron 1.477.020 a 1.496.980. De conjunto, bajo estas tres modalidades, da una reducción de 48.160 puestos de trabajo. Estos datos presentan el interrogante de por qué si el empleo está con una leve reducción, existe un aumento tan nítido de la desocupación. La explicación está por el lado de los ingresos: se multiplica la búsqueda de trabajo de otras personas del grupo familiar que antes no lo hacían y que se sostenían en base a los ingresos de uno o dos miembros de la familia. Encuestas indican que cerca del 70% no llega a cubrir sus necesidades mensuales con sus ingresos.
Otra pregunta que surge es por qué el Indec no refleja la ola de despidos en empresas y el sector público. Según datos de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT), se perdieron en el mismo periodo analizado 210 mil empleos formales en la administración pública producto de la motosierra oficial, en la construcción por la parálisis de la obra pública, en transporte y almacenamiento, y en la industria manufacturera. Más allá de la creatividad de las autoridades del Indec y lo impreciso de una encuesta frente a un registro taxativo de la SRT, lo que se ve es el aumento del trabajo informal y cuentapropista al que puede haber pasado una parte del asalariado formal que perdió su trabajo. Otra, especialmente en el caso de asalariados formales con bastante antigüedad, puede presentarse el efecto que por el cobro de indemnización no vuelven inmediatamente a la búsqueda de trabajo.
En cualquier caso, este aumento de desocupación y pauperización laboral se corresponde con la persistente caída del consumo nacional. Según la consultora Scentia, el consumo masivo cayó 3,3% interanual en mayo. En los primeros cinco meses ya acumula una caída del 5,4% en relación al mismo período de 2024.