Crisis institucional y movilización popular en Perú

En las últimas semanas, Perú fue sacudido por una crisis institucional, con tres presidentes en diez días, en medio de una situación económica y sanitaria muy grave producto de la pandemia. La novedad fue la movilización popular, con miles de jóvenes en la calle.
La puja entre distintos sectores dominantes en Perú llevó a la destitución del presidente Martín Vizcarra por el Congreso, acusado de corrupción, y a su reemplazo por Manuel Merino. No es la primera vez que los peruanos y peruanas viven algo así: en 2018 ya había sido destituido Pedro Pablo Kucynscki acusado por coimas y tres ex presidentes tienen prisión preventiva por causas similares. Incluso, se suicidó el dos veces presidente Alan García cuando iba a ser detenido por la Justicia.

Frente a la destitución de Vizcarra, miles de jóvenes ganaron las calles para reclamar contra un régimen al que consideran corrupto y antipopular. Las protestas se multiplicaron hasta que el recientemente designado Manuel Merino desató una brutal represión que se cobró la vida de dos estudiantes. En medio de un alzamiento popular, Merino debió dar un paso al costado, siendo designado Francisco Sagasti.

El pueblo peruano empezó a descreer no solo de un gobierno o del Congreso, sino de todo un sistema que se erigió durante el gobierno del liberal derechista Alberto Fujimori, condenado por múltiples violaciones a los derechos humanos, a partir de la Constitución de 1993. Además, Perú es uno de los países más afectados del mundo por la pandemia de coronavirus.

Hace unos días, trabajadores y campesinos bloquearon rutas en todo el país contra la Ley Agraria que otorgaba beneficios tributarios a empresas exportadoras, permitía el recorte derechos laborales y la operación de firmas que tercerizan el empleo. La ley vigente desde hace dos décadas había sido prorrogada 10 años más por el expresidente Martín Vizcarra. Tras cinco días de protestas, con un muerto por la represión, el Congreso derogó la norma.