La visita de Beltrán Benedit y otros cinco diputados y diputadas libertarias a Alfredo Astiz y otros genocidas en Ezeiza el pasado 11 de julio es parte de un plan para lograr su impunidad. Ya lo había explicitado el propio Benedit en marzo, cuando estuvo en la cárcel de Campo de Mayo visitando a otros condenados y luego expresó por X: “Trabajamos por la pronta liberación de todos los patriotas”.
Tras su última visita, ya más numerosa y escandalosa, Benedit expresó que los genocidas detenidos serían “excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista”. Al menos es claro que no los reivindica por la guerra contra el colonialismo inglés en Malvinas, sino por el genocidio de la dictadura. Porque cuando Astiz tuvo la oportunidad de defender verdaderamente la patria, asignado a la defensa del archipiélago de las Georgias del Sur en 1982, se rindió ante los ingleses sin disparar un sólo tiro. Cuando sí se hizo el “valiente”, fue contra las Madres de Plaza Mayo, infiltrándose y marcando a sus fundadoras Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce para que sean secuestradas y desaparecidas.
Benedit insiste además que los juicios son una “farsa” y amenaza con denunciar a los jueces que los condenaron en el Consejo de la Magistratura. Aunque, por ahora, el plan de impunidad para genocidas suma pasos en falso: como el rechazo de la Cámara de Casación –días antes del aniversario del 24 de Marzo– frente al pedido de que los mayores de 70 años puedan acceder al beneficio de la detención domiciliaria (ver Al Frente Nº 196). Ahora un juez le pidió explicaciones por estas visitas a la ministra Patricia Bullrich. Pero no deben subestimarse los intentos de liberar genocidas, ya que tienen el apoyo especial de la vicepresidenta Villarruel. Y es precisamente a quien responde este grupo de diputados dentro de la interna libertaria.
Por su parte, hablando de patriotas verdaderos, la Federación de Veteranos de Guerra de la Provincia de Buenos Aires repudió esta visita institucional de diputados a los genocidas condenados porque “también le hace mucho daño a los militares de carrera que combatieron heroicamente en Malvinas y no tuvieron nada que ver con nuestra historia de masacre sistemática de los hoy condenados”.