Recientemente subida a la red para difusión on-line, Una historia de Madres ofrece una síntesis acerca del origen y el desarrollo hasta la actualidad del movimiento de las Madres de Plaza de Mayo. Al hacerlo, su director, Ernesto Gut, escoge también dar con los conflictos internos que condujeron a su ruptura y el surgimiento de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. No los esconde ni los obvia.
El documental recoge y expone material fílmico poco conocido o inédito, y testimonios de protagonistas de los sucesos y los debates claves de la historia de las Madres. En él hablan Nora Cortiñas, Elia Espen, Osvaldo Bayer y Adolfo Pérez Esquivel, entre otros.
Mostrar el trabajo tenaz, persistente e inclaudicable de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora en el ejemplo de Nora Cortiñas –la cámara la acompaña en el recorrido desde su hogar en Castelar, en el Oeste de la Provincia de Buenos Aires, hasta la Plaza de Mayo– exige también hablar de su sustento ideológico y los escollos encontrados en la búsqueda de la memoria, la verdad y la justicia. Así lo entiende Gut.
La película va a los gérmenes de la organización en plena dictadura militar, con la búsqueda de los hijos desaparecidos como elemento aglutinador. Todos los testimonios expuestos coincidieron en la convicción de que el liderazgo de Azucena Villaflor fue trascendental para la consolidación del conjunto de las Madres en una organización creciente, con métodos de toma de decisión internos y acciones concretas. Fue la simiente para la construcción posterior.
“Hebe (de Bonafini) estaba tomando rumbos que no me gustaban. El autoritarismo era evidente. Ya no era ese cuerpo orgánico, macizo, que discutía y llegaba a acuerdos”, cuenta María del Rosario de Cerruti, directora del periódico de las Madres hasta 1993, y así explica los motivos de su distanciamiento. La ruptura y la creación de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora se originó en 1986, como última instancia ante diferencias políticas y mecanismos del grupo encabezado por Hebe que obturaban las vías de discusión interna para establecer el qué hacer y cómo de la organización.
El curso de la historia confirmó el acierto de quienes tomaron la decisión de abrirse. Las Madres entrevistadas reivindican las banderas que enarbolaron sus hijos; y también han sido activas ante la segunda desaparición de Jorge Julio López y en la denuncia del represor César Milani cuando fue designado al frente del Ejército por el gobierno kirchnerista. Porque no se puede luchar contra la impunidad de ayer sin hacerlo también contra la de hoy. Y hoy, frente al gobierno del 2×1 a genocidas, vienen teniendo un rol activo en la unidad del movimiento de derechos humanos.
Una historia de Madres refleja con claridad implacable esa realidad y expone la coherencia y la ejemplaridad de nuestras Madres de Plaza de Mayo.
