En su primera sesión de diciembre, el Senado sancionó el impuesto extraordinario a las fortunas –que previamente había logrado media sanción en Diputados–. Ahora sólo resta que el presidente ponga su firma para su promulgación. El Frente de Todxs sumó 42 votos a favor de este aporte que servirá para cubrir parcialmente los enormes costos económicos de la pandemia. La oposición de Juntos por el Cambio juntó 26 votos en contra de esta ley para defender las fortunas del 0,02% más rico. Los dos senadores radicales jujeños se ausentaron de la sesión.
Cargando...
Recargar el documento 
Abrir en una nueva pestaña Voto por voto en el Senado, sesión del 4/12.
La votación en Senado reprodujo a grandes rasgos la votación que se había dado con anterioridad en Diputados. En aquella ocasión los diputados alineados con el gobernador jujeño sí habían estado presentes y votado a favor. Y el FIT, con su abstención, había confluido en el rechazo al impuesto a las fortunas para beneficio de los más ricos.
Los opositores al proyecto lo cuestionaron porque supuestamente sería una norma “confiscatoria”. También afirman que afectaría a producción porque –dicen– podría alcanzar a un empresario pyme, soslayando que el impuesto es sobre personas físicas y no jurídicas. Entonces agregan que podría alcanzar las acciones de una empresa en manos de una persona. Naturalmente esta argumentación omite también el detalle de la abultada ayuda estatal recibida por empresas a lo largo de este año bajo la forma de ATP. La hipocresía se manifiesta también en que usualmente las mismas personas que rechazan este impuesto, luego insisten en bajar el déficit fiscal por debajo del 4%.
La ley sancionada
El impuesto se aplicaría a personas físicas que tienen fortunas superiores a los 200 millones de pesos. Según los redactores del proyecto, este criterio alcanzaba originalmente a 9.298 personas. La elevación del dólar desde que se empezó a debatir este proyecto hasta su reciente sanción hizo que ahora alcance a algo más de 12 mil personas. Para las propiedades se toman valores fiscales, muy por debajo de los de mercado.
El impuesto sería de un 2% por encima de ese monto de 200 millones, con alícuotas que podrían alcanzar hasta un 3,5%. Se prevé recaudar 307 mil millones. Esto constituiría alrededor del 1,1% del PBI argentino. Un 20% de la recaudación se destinará para equipamiento e insumos críticos para la emergencia sanitaria, un 20% para las pymes, un 15% a los programas para el desarrollo de los barrios populares, otro 20% a becas al programa integral de becas Progresar, y el 25% restante a programas de exploración y desarrollo de gas natural.
