Un día se termina. Se termina el tiempo del abandono. Se termina el tiempo de los negociados. Se termina el tiempo de la crueldad y la violencia.
Y llega el momento de quienes vivimos la Ciudad.
El tiempo de una Ciudad que le pone un freno a la motosierra contra la educación pública.
El tiempo de una Ciudad que pone a su policía a cuidar a los vecinos y no a reprimir a nuestros abuelos.
El tiempo de una Ciudad que vuelve a aplaudir a sus médicos en vez de abandonar sus hospitales públicos.
Llega el tiempo de una Ciudad que, en vez de expulsarte, te abraza.
Un día llega ese tiempo y el tiempo es ahora.
