La pobreza en Argentina subió al 54,9% en el primer trimestre de 2024, según los datos del INDEC procesados por el Observatorio de Deuda Social de la UCA. Esto es un alarmante aumento de 9,7% en sólo tres meses, combrobándose en los hechos las nefastas consecuencias del plan económico de Milei. Para peor, la indigencia alcanzó el 20,3% de la población, es decir: 1 de cada 5 habitantes. Si analizamos la situación de los niños y adolescentes, el 70% de los menores de edad viven en hogares pobres; y el 31% son indigentes.
Estos datos son un anticipo de las cifras semestrales que brinda el INDEC, que aún no están disponibles para el primer semestre del año. De todos modos, el análisis del Observatorio de la UCA parte de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del primer trimestre de 2024 realizada por el INDEC.
El agravamiento social es parte del desastre económico que ya se registró en la caída de la actividad económica, la devaluación salarial y los más de 200 mil despidos, principalmente en el ámbito privado. Todo es producto de la recesión económica que detonó Milei con su salto devaluatorio de diciembre pasado y su plan de ajuste mientras suprime los controles de precios a los monopolios.
Esta debacle económica es acompañada por el sadismo del gobierno que dejar vencer en los galpones alimentos que ya estaban dispuestos para ser distribuidos. En su ataque a las organizaciones sociales, ha suprimido la asistencia a los comedores populares, cuyo rol ha sido tan destacado desde la crisis del 2001 y durante la pandemia. Por este tema, el gobierno ya recibió varios fallos judiciales ordenándole continuar con los programas públicos de asistencia a comedores.
Por otra parte, las consecuencias empobrecedoras de la política libertaria de Milei y el “sacrificio” que propone no afectan a todos por igual. Mientras el pueblo empobrece, los sectores más ricos han recibido beneficios extraordinarios como la baja de Bienes Personales y el blanqueo. Más obsceno aún son los privilegios otorgados a monopolios como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones. De una parte, el gobierno resigna ingresos al Estado. De la otra, niega derechos sociales.