Juntos por el Cambio pretende eliminar las indemnizaciones

Rodríguez Larreta se pronunció por la eliminación de las indemnizaciones y su reemplazo por un seguro de desempleo. Juntos por el Cambio presentó en el Congreso proyectos en este sentido. Milei, siempre compitiendo por quién es más liberal, coincidió en el planteo.

“Necesitamos un sistema que sea más compatible con la economía digital”, manifestó López Murphy, ex ministro de la Alianza de De la Rúa y actual integrante de Juntos en CABA. Desde ya, la propuesta bajaría los costos empresariales (en primer lugar, porque el seguro saldría del salario). Argumentan que la “libertad” de despedir les daría más confianza a los empresarios para contratar empleados, con lo que supuestamente el mercado generaría más trabajo.

La propuesta no es nueva, sino que sería una vuelta de tuerca de las reformas de flexibilización laboral impuestas por Menem con estos mismos argumentos en los 90’s, cuando se impuso la tercerización, la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) y otras formas de precarización laboral. Pero el resultado concreto de las políticas de ese período fueron los niveles récord de desocupación, el hambre y los estallidos sociales. El tan venerado Dios Mercado no sólo no resolvió trabajo, sino que en 1996 –a propuesta del Banco Mundial– debieron crear los programas sociales para apuntalar la gobernabilidad.

Porque los despidos, que acompañaron las privatizaciones del período, en definitiva trajeron caída del consumo, nuevos despidos y agravamiento de la crisis económica. Luego vino López Murphy en 2001, que duró con sus propuestas quince días en el Ministerio de Economía. Y no pudieron evitar el estallido de diciembre de 2001, que dejó en evidencia a dónde llevan las políticas de precarización laboral, privatizaciones y entrega nacional. No por casualidad, ayer y hoy, las propuestas flexibilizadoras vienen acompañadas de desprecio a la soberanía.

Ciertamente, el avance tecnológico en informática y comunicaciones continua aun aumentando la productividad. El capitalismo imperialista lo usa como instrumento de explotación de la fuerza de trabajo para aumentar la plusvalía y para la disputa entre monopolios. Pero las innovaciones tecnológicas pueden ser utilizadas en beneficio de los trabajadores, el pueblo y la Nación. En nuestra historia tenemos experiencias de empresas estatales que, con tecnología adecuada, han servido en este sentido. Para citar algunos ejemplos: YPF, Somisa y la siderurgia, CNEA y las centrales nucleares, los satélites ARSAT o el desarrollo en Fase 1 de la vacuna nacional ARVAC contra el covid. Las empresas estatales han podido cumplir un rol de organizadoras de la producción y resolver trabajo, hasta que llegaron las privatizaciones de los 90’s y la desocupación estructural.

Entonces, necesitamos recuperar el rol activo del Estado en la producción, enhebrando pymes y producciones regionales, en lugar de dejarlas a la suerte de un mercado hegemonizado por monopolios imperialistas. La estatización de los servicios públicos o la creación de una empresa estatal de alimentos van en esta dirección. Ahora, para impedir la eliminación de las indemnizaciones, es necesario un triunfo de Todxs en noviembre y abrir un camino de soberanía económica y productiva.