El 12 de octubre fue encontrada muerta en su departamento de Flores, con una puñalada en el abdomen. La dirigente travesti creadora del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación, había sufrido dos agresiones en el último tiempo, en una ocasión por parte de la policía metropolitana y anteriormente por un gendarme.
Diana Sacayán había recibido en 2012 su DNI de la mano de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, luego de la sanción ley de Identidad de Género, pero tenía claro que con eso no se terminaba la discriminación y la desigualdad. Fue impulsora de la recientemente aprobada Ley del cupo laboral trans en la provincia de Buenos Aires, para que la prostitución deje de ser el destino inevitable.
Además Diana, tenía un compromiso con el conjunto de las luchas del movimiento popular, decía en una entrevista “Yo no peleo por mi derecho solo de travesti, por supuesto que lo hago en el marco de una mirada más amplia de transformar la realidad. Mi sueño de transformar el mundo es que no se siga asesinando y golpeando a los qom, que no se les siga negando el derecho a las tierras, que no se siga contaminando a los vecinos de González Catán y Laferrere con el Ceamse (…) Nuestra lucha es para que, los olvidados, los desposeídos, los marginados, todos los que sufren lo mismo que nosotras puedan tener una vida más digna”.
El velatorio se hizo en la sede de la Asociación Boliviana de Laferrere con música, flores, banderas y carteles de militancia, como ella quería. Familiares y amigos la despidieron con cantos y palabras en su honor.