La lucha de los petroquímicos de Bahía Blanca

El secretario general del Sindicato del Personal de Industrias Químicas Petroquímicas y Afines de Bahía Blanca, Julio Leguizamón, explicó ante el diario La Nueva de esa localidad la importancia del rol del delegado, mencionó los avances conseguidos hasta hoy y reivindicó a René Salamanca.

“La inmensa mayoría de nuestros compañeros, en cada planta, proceso productivo, fábrica o empresa contratista, no quieren perder conquistas, beneficios y mucho menos condiciones de trabajo, esto siempre recae sobre los hombros del delegado y por lo tanto es nuestra responsabilidad como sindicato”, explicó. Y planteó cuál es el papel que deben jugar los delegados: “Son el corazón de nuestro sindicato, no son una simple polea de transmisión, son el centro de la necesidad de unirnos y organizarnos. Esto no puede funcionar sin una conducción firme en sus principios y en sus objetivos”.

En este sentido, tomó como valuarte a René Salamanca, dirigente clasista elegido secretario general del SMATA de Córdoba en 1972, que luego fue desaparecido por la dictadura militar en la misma madrugada del 24 de Marzo de 1976: “Él pagó las consecuencias de ser un dirigente sindical que simplemente dejó su vida por defender los derechos y los intereses de los trabajadores. Lo hizo para ganar derechos que hoy tenemos y para recuperar las libertades democráticas que habíamos perdido. René Salamanca es mi ejemplo y por eso quiero recordarlo”.

Leguizamón se refirió también a los comentarios que recoge de los delegados: “Aportan que con el nuevo convenio colectivo de Profértil se lograron grandes cambios en la defensa y en la conquista de mejores condiciones de trabajo. Logramos mejoras importantes en las categorías, tanto en el acceso como en la remuneración, se aumentaron los puestos de trabajo, mejoramos el plantel operativo, conquistamos el bono de parada de planta, el aumento salarial por categoría en el convenio independiente de la paritaria, en las licencias, subsidios, etc.”

Uno de los ejemplos que tomó fue el de la empresa Sertec. Allí, “la nueva comisión interna comenzó a tomar este tema a fondo porque era una necesidad. Las categorías que había eran tan básicas, que no diferenciaba ni el salario ni las tareas, y no quedaban claras las tareas asignadas, un convenio que reflejaba el abandono y la flexibilización total de nuestro trabajo”.

También remarcó que: “A partir del paro del 2009, duplicamos realmente nuestro salario y vimos que había apoyo para avanzar. No teníamos Obra Social, estábamos en distintas prepagas, con prestaciones muy limitadas, a la espera de un reintegro por meses en muchos casos. La empresa manejaba mucha plata y nosotros cobrábamos una miseria, con condiciones de trabajo terribles. Hoy podemos decir que las mejoras en las condiciones de trabajo, nos pone en pie de igualdad con el efectivo”.

Finalmente, apeló al crecimiento de la solidaridad que implica el proceso que llevan adelante en el sindicato. Se explica porque los trabajadores saben que “el día de mañana cualquier compañero que tenga un problema va a necesitar tener delegados fuertes y un sindicato unido para poder defendernos”.