La salud pública, eje contra la pandemia

Una de las diapositivas de la conferencia del presidente del sábado 24, en se extendió la cuarentena aunque administrada y segmentada.

Desde el desembarco del COVID-19 en el país, el sistema sanitario se encuentra en pie de guerra conducido desde el recuperado Ministerio de Salud de la Nación. Ya de por sí complejo en su composición (recordemos que está integrado por tres subsistemas: público, privado y obras sociales), el sistema sanitario argentino no viene de atravesar el mejor de todos los momentos después de cuatro años de macrismo, donde el ajuste, la desinversión y el abandono fueron monedas corrientes. En medio de dificultades propias de los cambios de gestión, el Ministerio de Salud tiene que hacer frente a uno de los mayores desafíos sanitarios que haya tenido. La batalla contra el “enemigo invisible” se libra en el famoso “achatamiento de la curva” de contagios y muertes, a fin de ganar tiempo y que el sistema sanitario no se sature. A la par de las medidas tomadas para atemperar la emergencia económica, en el sector de salud se abren dos frentes de batalla simultáneos: por un lado, para conseguir la mayor cantidad posible de infraestructura, insumos, camas, etc. en el menor tiempo; y por otro, el desafío de cómo asistirlo con el personal de médicos y profesionales de la salud disponible. Entre las principales medidas sanitarias podemos destacar:

  • 2019 | Recuperación del Ministerio de Salud, revalorizando el sistema público de salud. Se declara la Emergencia Sanitaria, que fue ampliada en marzo de 2020 (DNU 260/2020) y que faculta al Ministerio de Salud como autoridad de aplicación, a adquirir equipamiento, bienes y servicios, y a adoptar las medidas de salud pública necesarias.
  • 12/3/2020 | Suspensión de espectáculos y eventos masivos. Cierre de espacios culturales nacionales. Días después se suspenderían los partidos de fútbol. Primeras medidas de distanciamiento social.
  • 15/3/2020 | Suspensión de clases en niveles primario, secundario y terciario. También se sumarían las universidades.
  • 16/3/2020 | Licencias y trabajo remoto para trabajadoras embarazadas, mayores de 60 y grupos de riesgo, que quedan exceptuados de asistir al lugar de trabajo.
  • 16/3/2020 | Cierre de fronteras. Al día siguiente se decretó también la suspensión de vuelos provenientes de las zonas afectadas por el virus y se dispone la obligatoriedad del aislamiento. Desde febrero se habían ido tomando medidas especiales de control en aeropuertos y licencias especiales para viajantes desde zonas de riesgo.
  • 18/3/2020 | Se crea la Unidad Coronavirus COVID-19 y comienza la emisión de reportes diarios.
  • Centralización de compras de insumos y respiradores. Se sigue con la compra de reactivos y se descentraliza el estudio que hasta entonces se hacía en ANLIS-Malbrán para agilizar el proceso de diagnóstico y respuesta.
  • 18/3/2020 | Se pone en marcha la construcción de 12 hospitales modulares de emergencia para hacer frente a la epidemia. Luego se dispuso el pago extraordinario al personal sanitario.
  • 19/3/2020 | Se declara la cuarentena obligatoria (ASPO) para todo el país (prorrogada el 31/3 hasta el 12/4).
  • Se suspenden las intervenciones programadas, se abren instancias de capacitación en terapia intensiva para otras especialidades. Se abre registro de voluntarios de profesionales de la salud, entre otras medidas.
  • 1/4/2020 | Eliminación de impuestos de importación para insumos críticos.
  • 11/4/2020 | Prórroga del aislamiento social, preventivo y obligatorio, entrando en la etapa de administración de la cuarentena.
  • 13/04/2020 | Incorporación de la COVID-19 como enfermedad de carácter profesional.
  • 16/04/2020 | Precios máximos para barbijos, termómetros y alcohol en gel.
  • 24/4/2020 | Inicio de testeos rápidos en terminales de transporte para estudio epidemiológico sobre qué proporción de las personas han tenido contacto con el virus y han generado anticuerpos. Para la investigación se utilizarán parte de los 170.000 test rápidos adquiridos por el Ministerio de Salud de la Nación.
  • 26/4/2020 | Nueva prórroga del ASPO, entrando en la etapa administrada y segmentada geográficamente.
Sala en el hospital modular en Tres de Febrero, Buenos Aires (fuente: tresdefebrero.gov.ar).

Más allá de las valoraciones particulares de cada medida, el gobierno y el Ministerio de Salud vienen dando respuesta a la contingencia sanitaria. Esto fue reconocido incluso a nivel internacional por la OMS y otras entidades, siendo nuestro país elegido como uno de los diez países donde se realizarán ensayos clínicos para el desarrollo de tratamientos contra el coronavirus. Si bien no hemos iniciado la fase de pico de contagios (que se prevé para la primera quincena de mayo), hasta el momento los pronósticos no están entre los más pesimistas como los de Italia, España, EEUU o nuestro vecino Brasil. Estos casos evidencian lo trágico que puede ser subestimar la importancia de las políticas públicas y el rol del Estado en materia sanitaria.

En este marco, se presentan con mayor fuerza ciertos interrogantes y tensiones que giran en torno de hasta dónde debe intervenir el Estado en el marco de la pandemia, sobretodo proyectándonos en el escenario difícil que se avecina. El inminente aumento de casos de infectados y la rapidez con la que se sucede el contagio hacen pensar que el tiempo que se gana con las medidas de distanciamiento social no alcanza plenamente para construir los hospitales necesarios, equiparlos y formar al personal correspondiente. En esta situación concreta: ¿no debería el Estado tener plena injerencia sobre las 8.500 camas de terapia intensiva (con respiradores) disponibles hoy en el sistema de salud mixto? ¿Debería mantenerse al margen, más allá de la coordinación que lleva a cabo, el Estado nacional del ámbito privado? Irlanda, cuyo gobierno puso bajo órbita estatal a las clínicas privadas por un tiempo determinado para hacer frente a la pandemia, es un ejemplo a seguir. El ministro de Salud, Ginés González García, llegó a mencionar la posibilidad de seguir este camino pero las presiones sel sector privado hicieron que esto haya quedado desactivado. Aunque la situación realmente lo amerita.

También se ha vuelto a evidenciar la importancia fundamental de la producción nacional y estatal de medicamentos y equipamiento. La producción nacional de respiradores nos permite afrontar mejor la epidemia. Pero la necesaria importación, hoy por hoy, de determinados reactivos nos impone graves restricciones. Estas tensiones aparecen y seguirán apareciendo en la medida en que no se termine de resolver el conflicto entre las necesidades populares y los intereses monopólicos e imperialistas, donde se imponga la salud popular por sobre el negocio. Avanzar por ese camino, surge una y otra vez como una necesidad del pueblo y la Nación.


Camas dispuestas en Tecnópolis.

Más información: https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/medidas-gobierno